¿Hacia dónde vamos? Esa fue la pregunta que acompañó a la décima edición de Conversaciones Heladas, celebrada este martes en Logroño, cuando el Muelle de Carga de Bodegas Franco-Españolas se convirtió en un espacio de diálogo y reflexión colectiva en el que participaron profesionales de la cocina, los mercados, el periodismo, la tecnología o la filosofía.
Impulsado por Fernando Sáenz y Angelines González, Conversaciones Heladas se ha consolidado como un referente agitador de ideas de la capital de La Rioja, al abrir interrogantes sobre los modelos de vida que construimos y consumimos desde los puntos de vista de la cocina, el territorio y la cultura.
Bajo el lema Qvo Vadis, el evento debatió sobre los futuros posibles de la alimentación, los espacios de encuentro y la identidad local. La jornada se estructuró en cuatro bloques temáticos: los mercados de abastos, los bares de siempre, el sabor local y, ya por la tarde, una mirada desde La Rioja al futuro. Conclusiones que dejan mucho que pensar y que hacer.
Qvo Vadis, mercados de abastos
La mañana comenzó con una reflexión sobre el papel de los mercados de abastos públicos. Jordi Menéndez (Justicia Alimentaria) advirtió del riesgo de apagón en los mercados ofreciendo datos como que de los 39 mercados de Barcelona, en 29 ya se han incluido supermercados privados: “No compramos donde queremos, sino donde podemos”. EL representante de la ONG Justicia Alimentaria hizo un llamamiento a “recuperar lo público, porque es nuestro”.
La intervención de Alfonso Beltrán (miembro de la Fundación RIA), como la de Menéndez, puso el foco en la necesidad de recuperar los mercados como espacios de soberanía alimentaria y lucha contra la gastrocolonización y como centros de dinamización social.
La mesa moderada por Almudena Avalos (El País Gastronomía) alertó de que los mercados ya no garantizan producto local y pidió voluntad política para relocalizar la producción y fomentar el equilibrio entre productores, tenderos y consumidores. Las experiencias piloto de mercados como el de Bergara, y que son ejemplos de revitalización del comercio de producto fresco con apoyo público y comunitario, dejaron un poso de esperanza para el cambio y la vuelta a lo que realmente son los mercados de abastos.
Qvo vadis, ¿dónde están los bares de siempre?
El periodista Jorge Alacid abrió el bloque dedicado a los bares con un viaje por la etimología, evolución y diversidad del “bar” como palabra y concepto que incluyó paradas en ambigús, tascas, cantinas y bares de pueblo.
En la mesa redonda participaron Leah Pattem (@MadridNoFrills), Alberto Moyano (En Ocasiones Veo Bares @EOVB) y Samuel Ruiz (Café Bar Verónicas). Pathem presentó los bares como centros de cohesión vecinal y creación de comunidad, y puso especial atención en el riesgo de supervivencia de algunos de estos locales; Moyano detalló su labor de divulgación y defensa legal de bares históricos frente a la presión inmobiliaria; y Ruiz compartió su experiencia como propietario de un bar de autor en una zona alejada del centro de Murcia que ha conseguido revitalizar gracias a una apuesta arriesgada. El fuego y el producto son el eje, y la vocación, la conciliación y la autenticidad se reivindicaron como imprescindibles.
Qvo Vadis, ¿existe el sabor local?
El último bloque de la mañana de las Conversaciones Heladas reunió a los cocineros Felicia Guerra y Ausiàs Signes (Ausiàs, Alicante), y Rodrigo Fernández (Arsa, Logroño), en una mesa moderada por el periodista Pablo G. Mancha. El debate giró en torno a la pérdida del recetario familiar, a la estandarización del gusto y a la desconexión con el origen de los alimentos. Sobre la mesa estuvieron la necesidad de volver a mirar a la tierra, a la estacionalidad y a las raíces culinarias, en un momento donde “todo sabe igual lo compres donde lo compres”.
Qvo Vadis, La Rioja
La sesión de tarde trajo las voces de Ricardo Alonso Maturana (GNOSS), Julia Loga (filósofa, CSIC) y Alberto Gil (Diario La Rioja). Alonso Maturana denunció el “colonialismo digital” y defendió la construcción de mercados digitales locales frente a plataformas globales. Loga ofreció una visión joven y crítica sobre la pérdida del vínculo con la alimentación desde la infancia hasta la cultura popular, proponiendo una “revolución desde el puchero y el carro de la compra”y Gil, por su parte, abordó el futuro del vino de Rioja, planteando cuestiones estructurales como la vendimia en verde o la falta de relevo generacional, que ponen en jaque la sostenibilidad del sector.
Conclusiones
En el cierre del evento, Fernando Sáenz y Angelines González, organizadores de Conversaciones Heladas, resumieron el sentir de la jornada: “hay mucho por hacer, pero sin libertad de elección, sin voluntad o sin apoyo financiero, será difícil avanzar”. Los propietarios de Heladería dellaSera y Obrador Grate reivindicaron la acción frente a la queja, el apoyo real a la gente joven y la creación de espacios donde se pueda construir desde lo colectivo y lo local con mensaje claro: “necesitamos menos lamentos y más compromiso”.