La marca cordobesa establece un diálogo entre gastronomía de primer nivel, diseño y arte, todo ello sin perder de vista la tradición mediterránea y el amor por un producto de excepción como es el aceite de oliva.
1490, la marca cordobesa de aceite de oliva Virgen Extra, continúa posicionándose como un emblema del AOVE gourmet español, fusionando la excelencia del producto con el arte del diseño, la cultura del olivar y la historia cuidadosamente tejida y presente en cada detalle. Fundada por José Miguel Sánchez de Puerta y Pedro Miguel López, dos emprendedores con raíces profundas en el mundo del aceite y la producción agrícola, 1490 nace con un propósito claro: reivindicar el valor del aceite de oliva virgen extra como símbolo de identidad, lujo y patrimonio gastronómico.
Galeras cargadas de aceite
El nombre de la marca no es casual. 1490 remite al año en que aparece el primer contrato de compraventa de la finca Fuente de la Rosa, ubicada en La Rambla (Córdoba) y hoy corazón productivo del proyecto. Ese documento no solo certifica la antigüedad de la tierra donde crecen los olivos que dan origen a este AOVE, sino que conecta la marca con una época de exploración, descubrimiento y profunda expansión cultural. En ese mismo contexto histórico —previo al descubrimiento de América— las galeras partían cargadas de aceite hacia el Nuevo Mundo. Hoy, cinco siglos después, 1490 retoma ese espíritu exportando desde Córdoba no solo un alimento, sino una forma de entender el diseño, la cocina y la tradición mediterránea.
Asimismo, la marca ofrece aceites Premium de primer nivel, elaborados principalmente con las variedades Hojiblanca, Picual y Pajarero, seleccionadas manualmente en su punto óptimo de maduración, siempre enfocado en la calidad más que la cantidad. La extracción en frío permite conservar intacto su perfil organoléptico. En cocina, es ideal tanto para el uso en crudo —donde despliega todo su potencial aromático— como para acabados de platos de alta cocina, desde pescados blancos hasta tartares, pasando por recetas de cuchara.
Un envase que es una declaración de intenciones
Más allá del oro líquido que contiene, la enseña ha hecho de su preciosista envase toda una declaración de intenciones. Cada uno está elaborado en porcelana artesanal por artesanos locales, pintada a mano y horneada en tres fases para garantizar resistencia y conservación térmica. Su diseño, inspirado en las antiguas frascas de las galeras del siglo XV, hace del producto un objeto de colección. Ediciones como la Frasca Galera, la creada por el diseñador Alejandro Palomo (Palomo Spain) o la edición inspirada en Pablo Picasso refuerzan esta fusión entre gastronomía y arte. No se trata solo de un aceite, sino de una pieza que habla de historia, territorio y creatividad.
Entre las últimas colaboraciones realizadas por 1490 se encuentra la ya disponible en los aeropuertos de Madrid y Barcelona. Con dos frascas, decoradas con ilustraciones inspiradas en ambas ciudades, esta edición especial es la presentación perfecta para visitantes a España y que establece un diálogo inspiracional entre las dos capitales con un marcado ADN artístico y gastronómico.
Por otro lado, el reconocimiento internacional no ha tardado en llegar. La marca ha recibido premios en 15 paises, tanto por la calidad de su oro líquido como por sus vanguardista diseños, de hecho, es top ventas en los 64 centros del club del Gourmet del El Corte Inglés, una apuesta por la calidad nacional que consolida su presencia en España. A nivel internacional, 1490 se comercializa ya en mercados como Japón, Estados Unidos, Canadá o Corea del Sur, donde sus valores diferenciales han sido acogidos con entusiasmo, tanto por distribuidores como por reputados chefs.