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Chefs de ACYRE Madrid y Canarias homenajean al plátano rojo

El plátano rojo es una apuesta de siete agricultores valientes apoyados por la Fast que tiene como recompensa sacar adelante la agricultura canaria y dinamizar la economía rural, además de ‘regalar’ a los paladares de toda España la riqueza de Canarias. Los chefs de ACYRE Madrid y Canarias, junto a Alcampo y la Fast, se unen para dar visibilidad a un producto novedoso con versatilidad en cocina y repostería, al que se le augura un largo recorrido en los restaurantes y en Europa.

La clave del éxito del plátano rojo reside en su carácter disruptivo que no existe en toda Europa. Un carácter que se lo da su color, aportándole ya de por sí un cierto toque exótico; su sabor, que para algunos recuerda al de la frambuesa; su tamaño, algo más grande que el del amarillo; y su textura, que al ser más
densa se adapta mejor a la gastronomía.
Atributos que conocen de sobra chefs y hosteleros, cuya demanda por el plátano rojo va en aumento. No son los únicos. Fiel a su filosofía de apostar por lo bueno, lo sano y lo local, Alcampo se ha convertido en el principal comprador de plátano rojo de la FAST (Federación Agrícola de Sindicatos de Tenerife).
En un encuentro en las plataneras del Valle de La Orotava organizado por la Fast, Alcampo y ACYRE, chefs de ACYRE Madrid y ACYRE Canarias han hecho un
homenaje a este producto que ya da mucho qué hablar con versiones dulces y saladas en tapas como el Nem de plátano y atún rojo canario o las Samosas de chutney de plátano rojo y curry verde de Eduardo Casquero; los Canapés de plátano rojo, queso de cabra y piñones tostados o el Hummus de plátano rojo picante de Bárbara Buenache; viajamos a Perú con Leidy García Palacios y su Ceviche con tostón de plátano rojo y una Causa de plátano rojo con tartar de peto. Manuel Berriel elaboró Tacos de cochino negro con plátano rojo macerado en mojo rojo y una Milhoja de atún rojo con plátano rojo a baja temperatura.
También se degustaron versiones dulces como el famoso Tenerife roll o la Cake de plátano rojo de Samuel Serrano; Begoña Gardel, campeona de España de Repostería y repostera del Mandarin Oriental Ritz Madrid presentó un Brownie de plátano con cremoso de chocolate y avellana y un Banoffe red con toffe de miel, cremoso de plátano y crumble de galleta, chocoleche, plátano y crujiente de plátano y cake de plátano. Pedro Rodríguez Dios elaboró Plátano Estofado, yogur y café y una Milhoja de Plátano Rojo y Gofio. El final llegó con un brindis muy canario de manos del coctelero Óscar Lafuente llamado Espresso Martini con plátano rojo y ron Arehucas.
Historia del plátano rojo en Canarias
El plátano rojo fue introducido en el archipiélago canario por el investigador canario Víctor Galán hace 40 años. Se ha convertido en un alimento buscado y deseado dentro y fuera de las islas. Su textura, tamaño y sabor, diferentes al tradicional plátano amarillo, gusta a los consumidores y también a los hosteleros y chefs, que ven en él una fuente de inspiración para la elaboración de nuevas y exóticas recetas. Con una producción que ya alcanza los 310.000 kilos anuales —cada piña de plátano rojo suma de media unos 26 kilos y las de amarillo unos 40 kilos— , esta fruta puede presumir de tener ante sí un futuro más que prometedor. Su principal productor, la cooperativa FAST en Tenerife, prevé triplicar esa producción en los próximos tres años para hacer posible un mayor consumo de este tesoro tan bien guardado, en Canarias, en la España peninsular y en Europa. Todo apunta a que la historia del plátano rojo no ha hecho más que
empezar.
Cuando en 1982 Víctor Galán Saúco, investigador canario de renombre dentro y fuera de las islas, decidió traer al archipiélago el plátano rojo de Guadalupe, una de las perlas antillanas del Caribe, nadie podía imaginar que aquel alimento iba a convertirse con el paso de los años en todo un reclamo para la alimentación y la gastronomía. Sin embargo, aquellos cálculos fueron erróneos.
Una apuesta arriesgada
Los ‘culpables’ de aquella ‘equivocación’ fueron los agricultores de la cooperativa FAST, cuya perseverancia y tesón hizo posible que el plátano rojo se abriera hace apenas cuatro años un hueco en las islas, especialmente en Tenerife. Hasta entonces su producción había sido absolutamente minoritaria y nada comercial.
Fue en ese momento cuando siete agricultores de la FAST dieron un nuevo rumbo a su destino al apostar por plantar entre todos unas 200 plantas de aquella fruta que, un año y medio después, dio sus primeros ejemplares.
Se caracteriza por el color rojo debido a su contenido en carotenoides antioxidantes, especialmente en betacaroteno, que se transforma en vitamina A en el cuerpo. Cuanto más oscuros son, más betacaroteno y más vitamina C aportan. Esta es la principal diferencia nutricional respecto al plátano amarillo tradicional. El resto de las características son muy similares: son ricos en fibra, potasio, magnesio y vitamina B6.
Del archipiélago a la España peninsular
Actualmente Alcampo comercializa el plátano rojo de la FAST bajo su marca Cultivamos lo Bueno, siendo la primera cadena de distribución en incorporar esta variedad que no sólo se vende en los hipermercados de la cadena en Canarias, sino en los de la Península.
Ramón Pérez Andión, director de Alcampo La Laguna, asegura que «en Alcampo lo tenemos claro: somos un comercio comprometido con lo bueno, lo sano y lo local que priorizamos el producto de nuestro entorno favoreciendo el desarrollo de nuestros productores e impulsando así el crecimiento económico y social de las islas».

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