Ceviches suaves, escabeches ligeros o marinados nórdicos: el bacalao también es para el verano. Un producto versátil, sostenible y de máxima calidad que se adapta a los nuevos hábitos gastronómicos.
Aunque tradicionalmente vinculado a recetas más contundentes o de temporada fría, el Bacalao de Islandia se abre paso con fuerza en las mesas estivales gracias a su textura firme, sabor delicado y gran versatilidad en cocina. Hoy, más que nunca, los consumidores buscan opciones frescas, saludables y fáciles de preparar, y el Bacalao de Islandia, lejos de quedarse atrás, se adapta con elegancia.
Desde ceviches suaves hasta marinados con toques cítricos o nórdicos, pasando por escabeches ligeros o incluso propuestas en crudo como tartares, el bacalao de Islandia permite explorar nuevas formas de consumo que conectan con el paladar actual y con una cocina de verano más libre, informal y creativa.
Sostenible y de alta calidad
Además, su origen en las frías y limpias aguas del Atlántico Norte garantiza un producto puro, sostenible y de alta calidad, capturado mediante que respetan tanto el entorno marino como la cultura pesquera islandesa.
El Bacalao de Islandia se presenta en cortes que facilitan todo tipo de elaboraciones veraniegas:
•Lomo o filete: perfecto para cortar en finas láminas y marinar con aceite, limón y especias suaves.
•Cocochas: ideales para un escabeche aromático con verduras de temporada.
•Penca y cola: cocidas al vapor y servidas en frío con vinagretas ligeras o salsas de yogur y hierbas.
Un bacalao con historia, origen y compromiso ecológico
El Bacalao de Islandia se pesca en un ecosistema protegido, a gran profundidad, y su manipulación comienza directamente a bordo para conservar intactas todas sus cualidades. Islandia es líder en técnicas de pesca responsables y sostenibles:
•Se establecen cuotas reguladas por el gobierno islandés.
•Se aplica una parada biológica durante la temporada de reproducción.
•Cada ejemplar debe superar un peso mínimo de 3 kg.
Gracias a los sistemas de trazabilidad implementados por el sector pesquero islandés, los consumidores pueden conocer el origen exacto de su bacalao, desde las aguas donde fue capturado hasta el punto de venta. Un compromiso con la transparencia y la excelencia que refuerza la confianza en el producto.