logo-origen.jpg
Buscar
Cerrar este cuadro de búsqueda.

Hacienda López de Haro logra la certificación IFS Food de seguridad alimentaria

La bodega Hacienda López de Haro ha obtenido la certificación IFS Food, garantizando la transparencia y confiabilidad de sus vinos, gracias al compromiso de todo el equipo y cumpliendo con los requisitos de seguridad alimentaria y calidad.

IFS Food es una norma reconocida internacionalmente por GFSI (Global Food Safety Initiative), un organismo de ámbito planetario que promueve la seguridad alimentaria. Con esta certificación, de aplicación voluntaria, la bodega gana en transparencia y garantiza la confiabilidad de sus vinos.

Gracias al compromiso e implicación de cada uno de los miembros del equipo, Bodega Hacienda López de Haro ha conseguido la certificación IFS Food, que aporta transparencia al proceso de elaboración de sus vinos y también una garantía de confianza para el consumidor.

El objetivo de Global Food Safety Initiative, el organismo internacional que gestiona este certificado, es infundir confianza en los productos y procesos, lo que significa que la seguridad, la calidad, la legalidad y el cumplimiento de los requisitos específicos del cliente están garantizados, y esto se evidencia mediante la realización de auditorías e inspecciones, a través de un sistema eficaz de gestión de la seguridad alimentaria y la calidad.

“Esta norma aporta a nuestros clientes y en definitiva al consumidor, la confianza de que hacemos las cosas como se deben hacer”, explica Richi Arambarri, director general de Hacienda López de Haro. “Ha sido un largo proceso para implementar un alto nivel de exigencia en el trabajo diario que exige la certificación, además con una evaluación y mejora continuas”.

Tareas cotidianas

Se han evaluado, mejorado y analizado con un registro exhaustivo del proceso un sinfín de tareas diarias relacionadas con cuestiones como el orden, la limpieza, el mantenimiento de equipos, control de plagas, buenas prácticas de higiene, vigilancia y control de la línea de embotellado, de etiquetado, inspecciones diarias, control de la calidad el agua y el aire comprimido, control de residuos, de transporte y de los proveedores.

“Conseguir esta certificación no es fácil”, asegura Arambarri, “y mantenerla requiere la implicación total de todos, desde la dirección al personal de bodega, el de enoturismo, el equipo de limpieza y, cómo no, el de calidad, sin olvidar las aportaciones de departamentos como compras, marketing, operaciones, comercial o logística, ha sido un trabajo de equipo”, explica.

 

ORIGEN, la revista

Acceso Biblioteca Origen Digital

Scroll al inicio