Situado en una casa palacio de Haro del siglo XVI diseñada por el interiorista Santos Bregaña, el chef Miguel Caño y su equipo celebran el segundo aniversario de Nublo. El compromiso con La Rioja y sus productores se refleja en el restaurante a través de una propuesta innovadora y a la vez clásica, que se suma a más de 200 opciones de vinos.
Nublo, el restaurante ubicado en una casa palacio del siglo XVI en Haro, celebra su segundo aniversario. El chef Miguel Caño y su equipo ofrecen una propuesta innovadora y clásica, mostrando su compromiso con La Rioja y sus productores. Con más de 200 opciones de vinos, Nublo ha revolucionado la escena gastronómica nacional e internacional. Su esencia se define por el misterio y la ambigüedad, y su oferta culinaria fusiona lo disruptivo y lo tradicional. Con una estrella Michelin y un sol Repsol, Nublo promete un futuro brillante.
Cada noche, en este palacio del siglo XVI aparece y desaparece una “Diosa” suspendida sobre los comensales, revelándose como una sombra cambiante que con un baile en espiral da paso a la Luna y con la que Santos Bregaña, ideólogo del proyecto, quiere manifestar el amor que se esfuma hasta el cielo. Misterio y ambigüedad, así se define la esencia de Nublo que, a punto de cumplir dos años de vida, ha revolucionado el panorama gastronómico nacional e internacional gracias a la autolimitación de su chef Miguel Caño, que la utiliza como herramienta creativa para dar lugar a una propuesta única que viaja entre el pasado y el futuro, elaborada en horno de leña, parrilla y su particular cocina económica, una técnica revolucionaria basada en el pasado y en la esencialidad que prescinde de gas y electricidad.
Fusión de lo disruptivo y lo tradicional
Con tan solo unos meses de vida, Nublo consiguió su primera estrella Michelin y un sol Repsol, augurando un futuro prometedor alrededor de una propuesta gastronómica que fusiona un carácter disruptivo y tradicional. “Me acuerdo de nuestro primer servicio, el pistoletazo de salida de todo lo que hemos vivido hasta ahora. Estos dos años han volado en un abrir y cerrar de ojos: reconocimientos, evolución, retos, conexiones y consejos, donde el equipo ha intentado mejorar para alcanzar vuelos aún más altos. Ha sido y es un placer formar parte de la historia de esa casa, que desde el siglo XVI habrá visto de todo, pero creo que nunca nada como Nublo”, afirma Caio Barcellos, jefe de cocina de Nublo. “La lámpara de la “Diosa” que protege la sala de Nublo nos aportó la luz que necesitábamos en una época de postpandemia, miedos y preocupación”, concluye Caio.
Compromiso con La Rioja y sus productores
“A lo largo de estos dos años de trayectoria, hemos querido plasmar en todo momento nuestro gran compromiso con La Rioja y el máximo respeto a sus productos y productores”, recalca Miguel Caño. De esta forma, el chef siempre busca sorprender a través de elaboraciones de poco artificio, en las cuales la técnica y los ingredientes tradicionales brillan. El resultado de su interpretación de la herencia culinaria riojana se presenta en dos menús, ambos disponibles con maridaje: el menú Nublo, compuesto por 13 pases -diez platos y tres postres- y el menú Experiencia Nublo de 15 pases -doce platos y tres postres-. La propuesta varía a diario adaptándose a la estacionalidad del producto, pero siempre manteniendo las mismas premisas: una materia prima de proximidad y de gran calidad y una elaboración minimalista. Entre las elaboraciones de esta temporada, destacan la icónica patata chip ibérica; carabinero con lima quemada; bonito con emulsión de pimiento verde; solomillo madurado en queso azul; y como receta estrella, en exclusiva para las próximas semanas, el pesto de garbanzo verde.
En conclusión, Nublo, con su compromiso con La Rioja y sus productores, ha revolucionado la escena nacional e internacional. Con una estrella Michelin y un sol Repsol, Nublo promete un futuro brillante. Su esencia se define por el misterio y la ambigüedad, fusionando lo disruptivo y lo tradicional en una experiencia culinaria única.
