El cocinero Manuel Auer fusiona la tradición de su país de nacimiento con los sabores gaditanos de su tierra de adopción para celebrar carnaval con una degustación de Krapfen, el buñuelo típico del norte de Austria con el que se celebra esta festividad. Durante todo el mes de febrero está disponible fuera de carta en Killo (Joaquín María López, 46) un plato compuesto por tres buñuelos austriacos con distintos rellenos: atún, carne y caramelo, tres bocados que se podrán acompañar con vinos de Jerez: Manzanilla, Palo Cortado y Pedro Ximenez.
Killo, el pequeño restaurante de Chamberí que con su propuesta consigue trasladar a su público a Zahara de los Atunes, celebra el mes del carnaval con un
plato típico de Austria, país natal del cocinero Manuel Auer. El krapfen es parecido al buñuelo de viento español y en esta época del año se pueden ver en
puestos callejeros y pastelerías alemanas y austriacas. Se elabora a partir de una masa hecha con harina, leche, levadura, yema de huevo, mantequilla, azúcar y sal, que se fríe y después se rellena. En Austria se toman con rellenos dulces, mermeladas y cremas, pero Manuel ha querido ir un paso más allá y propone un viaje
Cádiz-Baviera a través de sus tres buñuelos de carnaval.
Versiones gaditanas del krapfren
Manuel rinde homenaje a su país versionando el krapfen con las influencias gaditanas de su tierra de adopción. Durante el mes de febrero en Killo, el público va a
poder probar una degustación de tres buñuelos austriacos con distintos rellenos: paté de atún lacado con soja y miel y una lámina de atún rojo; morcillo de vaca vieja guisada, mayonesa de ajo fermentado y azúcar glas de boletus y, por último, el bocado dulce relleno de crema de caramelo, terminado con salsa caramelo y sal
maldon.
El krapfen de Carnaval de Killo, una especie de menú degustación en tres bocados, estará disponible fuera de carta por un precio de 12€ y para los que quieran sumergirse en las dos culturas que inspiran al cocinero para celebrar este mes de la carcajada tienen la posibilidad de hacer un maridaje con vinos de Jerez que armonizan con cada buñuelo: una Manzanilla para el de atún, un Palo Cortado para el de carne y un Pedro Ximenez para el de caramelo.
Los clásicos de Killo
Y para completar la experiencia Manuel mantiene en la carta de Killo platos estrella como el gofre de camarones y tartar de atún, la ensalada de alcachofas fritas, el linguini de sepia con boloñesa de choco o la panceta de cerdo asturiano, entre otros hits. La oferta líquida también merece atención con una interesante selección de vinos andaluces y una carta de cócteles protagonizada por el Mojito del cubano, ya célebre en este espacio elaborado según la receta secreta de Pablo Alejandro, su jefe de sala de origen cubano y que lleva algo imposible de replicar, su actitud y aché, palabra que en Cuba se utiliza para denominar la energía o buena
vibra de cada uno.
