Madrid: In-Pulso y Gozar «a cuatro palmas»

El restaurante In-Pulso (Ariel, 15) y la neotaberna castiza Gozar (Caramuel, 19) rinden homenaje a las cocinas foráneas más influyentes de Madrid. Y lo hacen en un menú “a 4 palmas” que recrea cinco platos de cinco culturas, fusionados con ingredientes y elaboraciones típicas madrileñas. México, Perú, Japón, China y el sudeste asiático protagonizan las propuestas. Las cenas se celebrarán el 3 de julio en In-Pulso y el 20 de julio en Gozar, en dos turnos respectivos, a un precio de 45 euros (sin bebidas). En la imagen, las judías a lo Tío Lucas, un clásico de Madrid, con un toque peruano.

Dos cocineros, los dos de Madrid y ambos ejerciendo madrileñismo culinario, cada uno a su estilo, se han unido en un evento doble que tendrá lugar en el mes de julio. Alex de la Fuente, artífice del restaurante In-Pulso, y Pablo Morales, de la neotaberna castiza Gozar, han ideado un menú degustación que reúne su pasión por lo castizo con distintas gastronomías del mundo. Un encuentro al que han llamado #a4palmas, en el que quieren homenajear a las cinco culturas de fuera de España más influyentes de Madrid.

Entre ambos han creado un menú único que se pasea por las gastronomías de México, Japón, Perú, China y el sudeste asiático, fusionadas con ingredientes y recetas que recogen la forma de entender la cocina madrileña de los dos chefs.

México y Japón

Para empezar una mirada a México en forma de taco de oreja a la plancha con una salsa brava tradicional,  añadiendo por encima pico de gallo, el icónico aliño del país azteca. Japón llega con el temaki de trucha Cibeles, plato madrileño muy poco conocido que Alex de la Fuente rescata en con notable éxito en In-Pulso. En esta adaptación forma parte del clásico sushi nipón con forma de cono, junto a las huevas del pez y un polvo de cerdo ahumado.

Perú y China

La conexión Perú-Madrid se deja ver en un guiso. Las populares judías a lo Tío Lucas preparadas con manitas de cerdo y cacahuetes, siguiendo una receta tradicional del país andino, con ese toque casquero que une a las culinarias de ambos lados del Atlántico. En la cuarta de las propuestas, el pollo al limón, la memoria nos retrotrae al típico chino de barrio, el de cualquiera de Madrid, años ha, cuando la globalización no era tan evidente. Una pechuga de pollo a baja temperatura, jugo de limón y verduras al wok, que Pablo Morales personaliza con un toque especial.

El recorrido termina en el sudeste asiático recuperando un postre madrileño de origen palaciego, el arroz con leche con naranja, pero aquí versionado con leche de coco y mango encurtido, una combinación que sorprende.

 

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