En una cita histórica para la bodega, Mestres celebró sus primeros cien años elaborando vino espumoso en Esperit Roca, rodeada de algunas de las figuras más destacadas de la gastronomía nacional e internacional. Un acto en el que el tiempo, la memoria y la excelencia fueron los grandes protagonistas.
La bodega Mestres conmemoró su centenario con una celebración sin precedentes que reunió a varios de los mejores chefs de la cocina mundial. En Esperit Roca, en el corazón de Girona, se rindió tributo al tiempo, a la memoria y a la paciencia: pilares fundamentales en la filosofía de esta histórica casa de espumosos.
Espumosos de larguísima crianza
Este 2025 marca un siglo desde que Josep Mestres Manobens realizara la primera vendimia destinada a la elaboración de espumosos, en el corazón de Sant Sadurní d’Anoia. Sin embargo, la historia vitivinícola de la familia Mestres se remonta al año 1312, con más de 30 generaciones ligadas a la tierra y al vino. Mestres fue pionera en lanzar el primer Brut Nature en 1945 y, desde entonces, ha cultivado un legado único de espumosos de larguísima crianza, con etiquetas que alcanzan más de cuatro décadas en botella. Hoy, sigue fiel a su propósito: elaborar vinos gastronómicos.
Homenaje al Tiempo
Bajo el lema Homenaje al Tiempo, el evento reunió a algunas de las figuras más destacadas de la gastronomía y la sumillería nacional e internacional en Esperit Roca. Joan Roca y Jordi Roca (Celler de Can Roca y Esperit Roca), junto a Josep Roca, compartieron escenario con Albert Adrià (Enigma) y Frederic Oliva; Javier Vergara (Mugaritz) y Kristell Monot; Cristóbal Muñoz (Ambivium) con Fernando Moret; Gastón Acurio (Astrid & Gastón); Hideki Matsuhisa (Koy Shunka); Paolo Casagrande (Lasarte) y Joan Carles Ibáñez; Elena Arzak (Arzak) junto a Shua Ibáñez; y Carlos Casillas (Barro). Un encuentro irrepetible en torno al vino espumoso de larga crianza y su vínculo con la alta gastronomía.
Añadas únicas y elaboraciones de los chefs
Durante la jornada, se sirvieron añadas históricas de Mestres, procedentes de su prestigiosa bodega de larga crianza, incluyendo botellas de más de 40 años. Los vinos fueron cuidadosamente armonizados con creaciones elaboradas por cada chef invitado como Magnum Visol 2018 que acompañó al Turrón de foie con avellanas y cacao de Esperit Roca; Magnum Mas Via 2000, con el Espárrago pluma de Enigma; Mas Via 1998, junto al Jardín de amaranto con bogavante de Mugaritz; Magnum Clos Damiana 2006, maridado con la Ostra escabechada y pil pil de codium de Ambivium; Magnum Mas Via 2005, con el Cebiche de dorada y leche de tigre de alcachofa de Astrid & Gastón; Mas Via 2002 (degüelle 2025), junto a los Nigiris y futomaki de atún de Koy Shunka; Magnum Elena 2020, para el Ravioli de crustáceos con burrata de Lasarte; Magnum Mas Via 1997, acompañando la Lubina con hélices de cebolla de Arzak; Magnum Clos Damiana 1999, maridado con la Seta-coliflor de Barro; y Magnum Clos Damiana 1987, con el Xuixo de estofado de pato del Celler de Can Roca. La jornada concluyó con una evocadora propuesta dulce de Jordi Roca, Libro viejo, maridado con Mas Via 2002 (degüelle 2023).