Respaldada por la histórica bodega Chivite, esta iniciativa vitivinícola representa la faceta más expresiva de la Denominación de Origen ribereña. Su nueva referencia de alta gama, que toma su nombre de la finca, es la culminación de las características exclusivas del viñedo y de la zona. Con una producción limitada, ofrece una experiencia marcada por la elegancia y la profundidad.
La nueva propuesta enológica, Dominio de Elbio, reafirma su entrada en Ribera del Duero con el lanzamiento de su vino más exclusivo, que lleva el mismo nombre. De la mano de la célebre bodega Chivite, el nuevo sello vitivinícola surge de la apuesta estratégica de la casa navarra por expandir su presencia más allá de su región de origen, creando vinos distintivos a partir de uvas cultivadas en viñedos excepcionales.
Fue en el año 2000 cuando Chivite fijó su mirada en Ribera del Duero, con el sueño de emprender una nueva aventura en un enclave singular. Situada en una de las mejores zonas de la Denominación de Origen, se ha esperado el momento preciso para concebir una propuesta de óptima calidad. A lo largo de los años, Chivite ha desarrollado un enfoque único hacia la viticultura y la enología, un legado que sigue siendo fundamental en la finca que da vida a Dominio de Elbio. El proyecto nace de la viña, elaborando vinos que capturan la elegancia intemporal de Ribera del Duero, coherentes con su esencia, pero con una perspectiva moderna que da lugar a creaciones más frutales y frescas.
En el «triángulo mágico»
La finca de Dominio de Elbio está situada en el renombrado “triángulo mágico” de La Horra, Anguix y Roa, en la provincia de Burgos, que encapsula una tradición vitícola de más de 2.300 años. Desde los Celtíberos hasta la actualidad ,los viñedos de Dominio de Elbio han sido testigo de una rica herencia que ahora se proyecta hacia el futuro bajo una mirada más expresiva. Los viñedos de Dominio de Elbio abarcan una extensión de 60 hectáreas, 45 de las cuales están dedicadas al cultivo de la vid. Rodeados de bosques de robles, encinas, una aromática sabina y pinos, son un refugio de biodiversidad fundamental para la salud del ecosistema. La interacción de la flora con la fauna local, incluyendo corzos, jabalíes, lobos y una amplia variedad de aves, ofrece un paraje cautivador. Este enclave excepcional combina suelos arcillo-calcáreos y un clima diverso, proporcionando condiciones ideales para el cultivo de cepas de alta calidad.
David González, director técnico de Chivite (D.O. Navarra) y Viña Salceda (D.O.Ca Rioja), se ha unido a Dominio de Elbio como enólogo responsable. Con un fuerte vínculo personal con la zona, apuesta por vinos que muestran la pureza del terroir, con mayor expresión varietal y menos influencia de la madera, para construir una marca de vanguardia comprometida con la excelencia. “Creemos que los clásicos son eternos, pero también apuntamos al concepto de la frescura y expresividad redefiniendo la imagen de los vinos tradicionales de la región”, manifiesta González.
La elegancia de la Horra
Así, tras presentar sus credenciales hace apenas un año con Salvio -el primer vino de Dominio de Elbio-, una redefinición de frutalidad y frescura, la joven enseña ha lanzado una segunda creación, que lleva el nombre de la finca y se ha elaborado con las mejores uvas de su viñedo. Representa, por tanto, la culminación de las características únicas del terroir y de la zona.
Con una producción limitada a 17.000 botellas, este tinto de gran intensidad y frescor, con doce meses de crianza, se concibe como un homenaje a La Horra y la visión audaz del proyecto. De color granate y aromas eminentemente frutales (frutas del bosque y fruta negra) y notas especiadas (nuez moscada y pimienta blanca), en boca resulta amplio y redondo, con un tanino muy pulido y alta persistencia. El resultado es un vino elegante y equilibrado (37,50 euros), con potencia, y a la vez una frescura característica de las vides de este lugar único.
Tradición, compromiso e innovación
Con la tradición de Ribera del Duero como base, Dominio de Elbio presenta elaboraciones que son una expresión genuina de la tierra, el clima y la historia de la zona, al mismo tiempo que busca innovar y redefinir las normas establecidas, apostando por la Ribera más expresiva. En la elaboración de sus vinos se incorporan técnicas modernas y avanzadas en la viticultura y enología, que respetan el equilibrio natural del viñedo. Así, se apuesta por la excelencia mientras se cuida del entorno, fomentando un ecosistema saludable alrededor de los viñedos.





