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Sal Maldon celebra sus 140 años con un cambio de imagen

La forma piramidal de los cristales de Sal Maldon y su extraordinario sabor marcan la diferencia y cautivan día tras día a cocineros de todo el mundo. Esta sal marina al 100% se elabora de forma artesanal desde hace cuatro generaciones desde el agua del estuario del río Blackwater, en Maldon (Inglaterra).

Sal Maldon, la marca de sal en escamas preferida por cocineros de todo el mundo, acaba de cumplir 140 años el pasado 2022. La compañía británica ha querido celebrar esta efeméride con el lanzamiento de una nueva imagen de marca, fresca y moderna, pero siempre acorde con los valores de tradición, artesanía y celebración que la vieron nacer en 1882.
A lo largo de todos estos años, la singular escama piramidal de Maldon ha sido una constante y se sigue elaborando con las mismas técnicas tradicionales, presentes durante cuatro generaciones de la familia Osborne. De hecho, a pesar de la expansión e internacionalización de la marca, Sal Maldon no ha perdido ni un ápice de su esencia de empresa familiar: en la actualidad está en manos de Steve Osborne, que sigue los pasos de su padre Clive, su abuelo Cyril y su bisabuelo James. En 2010, Su Majestad la Reina visitó las salinas de Maldon y dos años más tarde la compañía recibió la Royal Warrant como proveedora oficial de sal marina. Esta distinción acaba de renovarse recientemente para los próximos diez años.
Un proceso de elaboración único
El particular sabor de Sal Maldon, que día tras día sirve de inspiración a cocineros de todo el mundo, es consecuencia de un proceso de elaboración único, cuidado y artesanal. Comienza con la recogida a mano de las escamas de sal piramidales, utilizando las mismas técnicas sencillas y consolidadas a lo largo de los años. A continuación se les aplica un calor lento de forma manual, que permite que los cristales se vayan formando naturalmente, de modo que las escamas van liberando poco a poco su salinidad con dulce precisión, dando lugar a una fresca intensidad y un sabor limpio y muy característico. Este proceso artesanal hace que ninguna escama sea igual que las otras y que su sabor sea único, fresco y marino, limpio y crujiente, fuente de inspiración en cocinas de todo el mundo.
El uso de la Sal Maldon, que se espolvorea sobre las comidas tras haberla hecho crujir, realza los alimentos de una forma muy especial. Es perfecta para todo tipo de platos, desde postres a coctelería, ensaladas, cremas, guisos… Su sabor intenso es capaz de aportar un toque único, a menudo intangible, a un sinfín de recetas y constituye una experiencia sensorial que transita del tacto al sonido (el característico crunch que hacen las escamas cuando se rompen), la vista y, por supuesto, es todo un placer para el paladar.
Nueva imagen, mismos valores
La nueva imagen de Sal Maldon, fresca y contemporánea, se ha creado pensando en valores como la sostenibilidad. Por ello, todas las cajas se fabrican con cartón equilibrado en carbono. Además, con cada caja producida se apoya a la organización benéfica World Land Trust. Por otra parte, con el propósito de conectar cada vez más con los consumidores, se ha añadido al envase un código QR que enlaza directamente con el sitio web de Sal Maldon, que ha sido mejorado y actualizado, donde se puede encontrar información exhaustiva de todas las tipologías de producto.

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