El restaurador Tomás Abellán ha lanzado su primer proyecto en las Islas Baleares, Casa Linda, en Ibiza, un restaurante mágico en una casa payesa restaurada con encanto en la colina de San José, con vistas privilegiadas sobre la bahía de San Antonio, y situado en el jardín privado del hotel Jardines de Palerm.
El restaurador Tomás Abellán acaba de abrir su primer restaurante en Ibiza, Casa Linda, una casa de comidas en un jardín privado que supone un oasis de placer para los sentidos en el que dejarte llevar por una oferta gastronómica mediterránea, de temporada y con base en el mejor producto.
El nuevo restaurante, que está situado en lo alto de la colina de San José y con vistas privilegiadas ala bahía de San Antonio, aspira a convertirse en un local de referencia para aquellos comensales que quieren disfrutar de la magia y la energía de la isla en un ambiente íntimo, exclusivo, pero a la vez sencillo y en plena conexión con el entorno.
Ambiente sofisticado y a la vez distendido
En Casa Linda la oferta está pensada para compartir en el centro de la mesa y todo está orientado a que los invitados se sientan como en casa, en un ambiente sofisticado pero distendido, con una oferta culinaria basada en la temporada, en Ibiza, en el producto y en la tradición.“Quiero que la gente se sienta en casa, deguste productos locales en un entorno único y disfrute de la energía de la isla”, explica Tomás Abellán. Y realmente lo consigue: con un equipo de sala dirigido por su hermana Júlia Navarro, y una cocina bajo la batuta del mexicano Mariano Segura, quien, tras su paso por Tickets y Máximo DF, ahora lidera la cocina de Casa Linda, bajo la atenta supervisión de Tomás, que desde su posición de restaurador cuida y supervisa todos los detalles. La cocina de Casa Linda está en contacto directo con el mar y con sus pescadores, pero también con los payeses y con la naturaleza del entorno, para aportar pureza y riqueza a cada plato.
Recetas que reconfortan cuerpo y alma tales como la anchoa con mantequilla ahumada, la ensaladilla de King Crab, el tartar de tomate, el ssam de cordero de estilo Middle East o la tortilla abierta con gambita y su coral. Y postres para poner la guinda a una velada mágica, con opciones tan sencillas y geniales como el chocolate con pan, aceite y sal. La oferta gastronómica se completa con un servicio en sala digno de recordar: un equipo de camareros que acompañan a cada huésped para transmitir la filosofía de Casa Linda través de cada vino y de cada plato.
Platos simples, de sabores intensos y rudos y vinos honestos y artesanales que conforman una carta con más de 50 selectas referencias. “Casa Linda nace de las ganas de crear un espacio donde el cariño por la cocina, por el servicio y por los vinos sea transmitido a cada huésped que se siente a la mesa”, añade Abellán. El restaurante cuenta con una sala en exterior rodeada de plantas, fuentes, flores, palmeras y árboles frutales con mesas montadas con gusto exquisito, sin desmerecer la belleza del propio entorno natural.