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Té para Dos: Sergio Saúca

Es, desde principios de los noventa, un personaje popular de RTVE, como conductor de la sección de deportes en los Telediarios pero, con el paso del tiempo, su pasión por el vino (que nació mientras recorría Francia durante el Mundial de Fútbol de 1998) le ha conducido hacia otras aventuras, como “El Saucacorchos” en el programa “No es un día cualquiera” de RNE, germen también de un blog que apunta hacia lo más alto.

Texto: Luis Ramírez. Fotos: ORIGEN

En los últimos meses, ha puesto en marcha el proyecto y ciclo de catas Wine Light Box, junto a la empresa de iluminación Vbospagna, de su amigo Enrique Leal, que parte de la base de que el color del vino, cuando se ilumina de manera adecuada, desvela buena parte de sus misterios. Y es apasionante observar las diferencias entre unas añadas y otras. Es Sergio Sauca (Madrid, 1963), quien reivindica a Pablo Alvarez, consejero delegado de Vega Sicilia, como uno de los culpables de su pasión enológica y asegura que deporte y vino no están reñidos, sino todo lo contrario. Y demanda para el sector más presencia en medios generalistas y menos “cainismo”. Le agradecemos que conteste de manera presencial y a bote pronto nuestro cuestionario singular.   

¿Cuál es su personaje histórico favorito? Algún pensador de la Grecia antigua, probablemente Platón.

¿Y su personaje de ficción? Alegría, de la película de Pixar “Inside Out”, porque representa la parte de nosotros que nos hace tender hacia lo positivo. Ése es mi lema.

Recomiéndenos un libro… Stefan Zweig es un escritor que me fascina. Le tocó vivir una vida complicada. “Los ojos del hermano eterno” es un libro  que todo el mundo debería leer para ponerse en el lugar de la persona que está en contra de tu manera de pensar.

¿Cuál ha sido su viaje favorito? Los que me llevan a La Habana, donde voy a disfrutar de un planeta aparte y del mundo del habano, otra de las pasiones. También soy un enamorado de Alsacia, Champagne o Borgoña, donde disfruto del vino. Si añadimos Burdeos, sería el verdadero paraíso.

¿Y su viaje pendiente? Para mí, Francia es el gran país del mundo, del que tenemos mucho que aprender. Lo conozco casi en su totalidad, pero me falta el Loira.

¿Su comida favorita? Los huevos fritos y un buen jamón ibérico. El dulce  también me mata. Aunque me privo de alguno, todos los días de mi vida como chocolate.

¿Qué le pide a un vino? Antes, la potencia y la concentración. Ahora busco elegancia, delicadeza y, sobre todo, personalidad. Es como una relación con una persona. La diferencia entre un gran vino y un buen vino es la capacidad de envejecimiento, por la complejidad que genera el tiempo en botella.

¿Qué ve en televisión? No sé si debería decirlo pero la veo más bien poco. Sigo el deporte obviamente, algo de informativos y cosas muy concretas, como los documentales porque la Naturaleza es apasionante y la calidad de la imagen, una maravilla.

¿Qué espera de la televisión? Que no se pervierta definitivamente., Hay que penalizar la televisión basura y potenciar las cosas que valen la pena. Hay series españoles muy buenas, un vivero de actores y actrices. Estas cosas nos dan esperanza.

¿Qué deporte le enamora? El tenis. Siempre lo he practicado y me siento identificado con el respeto que existe hacia el rival. Es un oasis dentro de este mundillo de violencia y de agresividad de otros deportes.

¿Dónde le gustaría vivir? En un sitio donde solo se oyeran pájaros y el ruido del viento. Pero no he convencido a mi esposa. Sigo en ello, estamos a las afueras de Madrid y ya ha sido un avance.

¿Cuál es su pasión favorita? He tenido la suerte de que mi profesión ha sido mi pasión, pero últimamente el tema del vino cada vez me está atrapando más. El Saucacorchos fue un antes y un después.

¿Su posesión más preciada? Mi cava de vinos y mi cava de puros. Algún día solo se podrá acceder a través de mi huella digital, como dice un amigo mío.

¿Qué talento le hubiera gustado tener? El talento de Rafa Nadal por ejemplo. Un futuro enamorado del vino, por cierto, como ya lo es Feliciano López.

¿Cuál será la meta de su próxima carrera? Jubilarme lo antes posible y establecerme en Tenerife, teniendo como ocupación principal el vino y su cultura.

¿Los elaborará? Bueno, ya tengo una aproximación a través de los hermanos Moro en Cepa 21, donde tengo una pequeña participación. Ellos me ayudaron mucho a entender también la preocupación de las gentes del campo por la climatología y lo complicada que es su actividad.

¿Qué rasgos de su carácter le definirían? Me gustaría que fueran la tranquilidad y el sentido común.

¿Cuándo derramó su última lagrima? Creo que en el cine.  Porque me encanta y cuando algo me emociona lloro.

¿Cuáles son las principales cualidades que valora en las personas? La lealtad y la honradez

¿Y lo que más detesta? La hipocresía y a esa banda de chorizos que están robando dinero a los españoles y haciendo que muchos lo pasen tan mal. Y no hablo de un partido, sino del chorizo como embutido genérico

¿Qué le parte el corazón? La injusticia, que la gente no tenga para comer o dormir y cuando se toman decisiones sectarias por motivos políticos.

Si pudiera cambiar una sola cosa del mundo… La manera de distribuir la riqueza. Está todo muy mal repartido.

¿Cuál es tu lema? El sentido común es fundamental, porque nuestras acciones tienen consecuencias.

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