Los hermanos Javier y Paco Aparicio ponen en marcha una serie de pases efímeros en torno a una selección de productos icónicos de la gastronomía. Hasta hoy se puede degustar en la barra de La Raquetista (Doctor Castelo, 19. Madrid) recetas como los huevos trufados (en la imagen) o el puré de patata “Robuchon” y auténtica trufa blanca de Alba.
Bajo el lema “El momento, el producto y el método” los Aparicio ponen en marcha una serie de jornadas gastronómicas en las que los protagonistas serán productos de lujo, siempre respetando su temporada y con la receta más adecuada y purista para disfrutarlos. El primer icono (habrá muchos más) con el que arrancan este ciclo es la trufa blanca de Alba, concretamente la variedad Tuber Magnatum Pico, presentada en el plato más mítico y con el que más se ensalza este producto tan premium: huevos trufados, puré de patata “Robuchon” y trufa blanca de Alba rallada delante del comensal. Este plato, sencillo y a la vez exquisito, está disponible fuera de carta hasta hoy tanto en el comedor como en la barra de La Raquetista y su precio es 30€.
Este año la campaña de trufa blanca está siendo muy buena y por ello el diamante de Alba ha sido la elegida para iniciar esta serie. Javier Acedo, más conocido como Javi Trufero, es el recolector y comercializador que surte a los Aparicio para esta ocasión tan especial. Famoso entre los expertos en trufas y los grandes cocineros, es un gran conocedor de este excelso producto y el que mejores garantías puede ofrecer en cuanto a autenticidad y procedencia.
Javier y Paco inician este ciclo de iconos gastronómicos en La Raquetista con la intención de acercar estos productos, generalmente inalcanzables por su escasez o por su elevado precio, a todos aquellos curiosos de buen paladar que se acerquen a La Raquetista en el momento adecuado. La idea es, a través de estas degustaciones efímeras, poder democratizar estas experiencias gastronómicas alrededor de estos bocados tan premium y ponerla al alcance de todos sin necesidad de romperse el bolsillo, para disfrutar de manera informal, sin rituales ceremoniosos, e incluso en una barra y a precios muy asequibles.
