logo-origen.jpg
Buscar
Cerrar este cuadro de búsqueda.

La Gran Lubina Atlántica Aquanaria, ante los hosteleros de Tenerife

Aquanaria ofreció en Las Terrazas de Abama (sur de Tenerife) una degustación de su lubina XXL con elaboraciones a cargo del equipo de cocina del restaurante Melvin by Martín Berasategui (en la imagen), el tercero de los establecimientos que asesora el multipremiado cocinero vasco en Tenerife. Prestigiosos chefs y restaurantes de los cinco continentes se han dejado seducir por la alta calidad de esta lubina cuya talla media oscila entre un 1,5 y los 2,5 kilogramos, y que cuenta con una producción anual que supera las 2.500 toneladas anuales concentrada en Gran Canaria.

Las Terrazas de Abama, el lujoso complejo de viviendas turísticas de lujo con categoría de 5 estrellas localizado en el municipio de Guía de Isora, en el sur de Tenerife, acogió la presentación que la empresa Aquanaria realizó de su producto estrella, la ‘Gran Lubina Atlántica’, al sector de la hostelería y restauración de la isla.

Al evento acudieron más de 100 profesionales y autoridades de Tenerife, que pudieron degustar cuatro elaboraciones realizadas por Diego Dato, jefe de cocina del restaurante Melvin by Martín Berasategui, el último establecimiento inaugurado por el multipremiado chef vasco en Canarias y que está ubicado en el club social de Las Terrazas de Abama.

Dato cocinó cuatro platos, ejemplos de la creatividad entre fogones del equipo Berasategui: taco de lubina a la plancha con cebolletas y salsa de mostaza, lubina supercrujiente con mojo rojo, cebiche de lubina tradicional con maíz tostado y batata de Lanzarote y, por último, arroz de lubina y cebolletas baby.

Estos platos estuvieron acompañados, además, por las diversas especialidades preparadas por el sushiman Gustavo Jurado, ayudado por su equipo, con las lubinas de Aquanaria. Se trata de especímenes  XXL, de gran tamaño, que parten de 800 gramos. Su talla media oscila ente los 1,5 y los 2,5 kilogramos de peso, “ideales para el mercado gourmet”, aseguran en la compañía. De hecho, estas tallas grandes son las que hacen competencia a la lubina salvaje, cada vez más escasa en nuestras aguas, lo que hace obligatoria su cría en cautividad para el consumo humano.

Las costas meridionales de Gran Canaria, precisamente, son el entorno perfecto para la crianza de la lubina, con fuertes corrientes, agua limpia y una temperatura idónea y constante, señas de identidad del método de crianza de Aquanaria. Gracias al oleaje del Atlántico y a la bravura de sus olas, estas lubinas tienen una grasa infiltrada que les concede una textura firme y melosa, un color nacarado y un intenso sabor apreciados especialmente en la alta gastronomía.

Según manifestó Pedro Sánchez, director comercial de Aquanaria y que fue el maestro de ceremonias en el evento: “estamos muy contentos de presentar nuestra lubina en Tenerife, porque aquí jugamos en casa. Criamos nuestras lubinas en Gran Canaria por lo que a Tenerife llegamos con una frescura extraordinaria y así apoyamos el consumo local del producto canario”.

Muchos son los restaurantes y chefs que se han dejado seducir por la alta calidad del producto que ofrece Aquanaria. Entre ellos se encuentran los restaurantes Berasategui en Tenerife; Yugo The Bunker, en Madrid; Etxanobe, en Bilbao, el restaurante Beluga en el centro de Málaga, el restaurante Nelson, en Gran Canaria, o el prestigioso Gastón Acurio, en Perú.

Más de 40 años de experiencia en el sector

Aquanaria agrupa a todas las empresas remanentes del anterior Grupo Tinamenor, de origen cántabro y fundado en 1973. Actualmente su producción se concentra íntegramente en Gran Canaria, con criaderos en alta mar localizados en San Bartolomé de Tirajana (Castillo del Romeral) y Telde (Melenara). En el polígono de Majoreras, en Ingenio, a cinco minutos del Aeropuerto de Gran Canaria, se ubica su centro de envasado. La lubina llega en gélidas cubas de 1.000 litros y sin romper la cadena de frío, viaja en menos de 24 horas a la península ibérica y en 48 horas al resto de países compradores.

“Nuestras lubinas semisalvajes viven a dos o tres millas de la costa durante tres años luchando contra las fuertes corrientes y el oleaje atlántico, en su hábitat natural. Se trata de una zona libre de anisakis, certificada por Aenor”, aseguran en Aquanaria.

Un cuidado proceso de crianza, una alimentación sana y equilibrada y un sistema de pesca que intenta generar el menor estrés posible al animal para cuidar la calidad del producto y potenciar su frescura y degustación final son las claves de la calidad de la lubina atlántica Aquanaria.

El grupo exporta alrededor del 60% fuera de España. Son 22 países los que reciben su preciado producto: EEUU, Canadá, Reino Unido, Francia, Italia, Kuwait, Japón, Corea del Sur, Austria y Eslovenia, entre otros, son sus principales destinos. Actualmente Aquanaria cuenta con una producción que supera las 2.500 toneladas anuales y una facturación de más de 27 millones de euros.

ORIGEN, la revista

Acceso Biblioteca Origen Digital

Scroll al inicio