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Murua: El arte del vino en la Rioja Alavesa

Siempre es un placer viajar a la Rioja Alavesa en plena temporada de vendimia y tener incluso la oportunidad, aunque sea simbólica, de cortar unos racimos de Mazuelo en la Finca Lagunilla, con el asesoramiento de Mathieu Barrault, director técnico y enólogo de Bodegas Murua, de Masaveu Bodegas.

Texto: Luis Ramírez. Fotos: Masaveu Bodegas

Se trata de un peculiar conglomerado, presente en diferentes Denominaciones de Origen españolas (Rias Baixas, con Fillaboa; Navarra, con Pagos de Araíz y Castilla y León, con Leda, además de la Rioja Alavesa y su Asturias de la que proceden, representada por la sidra de hielo Valverán) perfectamente autorizado, por razones obvias, a enseñarnos “el arte del vino”. Para comprobarlo, nada mejor que visitar, en el interior de la poderosa casa solariega que es sede de la bodega, una exclusiva biblioteca específicamente enológica, generosa en verdaderas joyas de anticuario y espectaculares grabados, y, distribuidas por todo el espacio, pinturas y esculturas extraordinarias, pero que suponen mucho menos que la punta del iceberg de la prestigiosa Colección Masaveu.

Pequeñas producciones y sostenibilidad

Uno de los representantes de la familia, José Masaveu Herrero, es el máximo responsable del grupo enológico, y nos cuenta que Murua pertenece a la saga desde 1974 y que, a partir de los años noventa, decidieron poner en marcha una ambiciosa apuesta por la calidad y la sostenibilidad. Reivindicando los viñedos propios, se definen como artesanos del vino por su apuesta por las pequeñas producciones y la recolección manual. Y también les moviliza la

pasión por el terroir. En Murua apenas elaboran unas 250.000 botellas al año, procedentes de sus 110 hectáreas de viñedo, siempre desde el máximo respeto a la tierra y en el camino hacia la producción ecológica.

La Finca Lagunilla es la más grande con la que cuenta la bodega de Elciego y acaso su “kilómetro cero” porque, como nos cuenta Mathieu Barrault, gracias a unas especiales condiciones climatológicas, las uvas maduran mucho más despacio. Con la sierra de Cantabria (responsable de este microclima) en lontananza, es un lugar magnífico para aprender a diferenciar la variedad Tempranillo de  la Graciano y la Mazuelo, las tres presentes, entre otros, en el “coupage” de su “vino bandera”, el M de Murua, elegante y con enorme personalidad, procedente de viñedos con alrededor de 70 años de vida, que lleva el sello de la casa al que incorpora un cierto toque “afrancesado” aportado quizá por el propio enólogo. Visitar esta finca, vendimiar y disfrutar de los vinos en el propio escenario de donde proceden, con un relajante acompañamiento musical, es una de las mejores actividades enoturísticas (la Experiencia Vendimia) que ofrece Murua y que atrae a un número creciente de visitantes.

El portfolio de la bodega de Elciego

M de Murua, singular y lleno de matices (resultado de una minuciosa selección de uva que se realiza, en buena parte, en una mesa “óptica” de última generación, y también de la aportación de los depósitos de hormigón), redondea el portfolio de la bodega de Elciego, del que también forman parte un excelente Murua Blanco Fermentado en Barrica (elaborado a partir de viñedos viejos de Viura, Malvasía y Garnacha blanca), VS Murua, Murua Reserva y Veguín de Murua Gran Reserva, su gran clásico de estilo tradicional, procedente de viñas antiquísimas.

Para completar la aproximación a esta bodega casi clásica de la Denominación de Origen Calificada Rioja, adaptada a los nuevos tiempos, nada mejor que un paseo por Elciego y Laguardia, en plena efervescencia de la vendimia y una cena en el restaurante del singular Hotel Viura, de Villabuena de Alava, con un menú que incluía una menestra de verduras a la manera tradicional y lomo de merluza en salsa verde con puré de chirivía, armonizados con Murua Blanco Fermentado en Barrica 2017 y M de Murua 2016. Y, al término de la visita, en las mismas instalaciones de la Bodega Murua, un cuidado cóctel de despedida ofrecido, como la comida de bienvenida, por el Espacio Gastronómico Villa-Lucía, referencia segura en Laguardia, capital, junto a Elciego, de una Rioja Alavesa en el momento de máxima ebullición de toda la compaña, con el espectacular paisaje multicolor salpicado por los constantes movimientos de los tractores, una presencia que nos desvela el momento álgido de la vendimia.

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