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La Indicación Geográfica Protegida: mucho más que un sello

El 12 de mayo de este año el queso danés Havarti recibirá oficialmente el sello de Indicación Geográfica Protegida (IGP), por el que se certifica su origen exclusivo en Dinamarca, así como la singularidad de su receta. Esto afectará a la comercialización de este producto y dará al consumidor el poder de elegir un auténtico queso Havarti danés.

Por Ignacio Cuadrado Márquez, director general de Arla Foods España

 

La tendencia del mercado y del consumidor está cambiando, cada vez son más las personas que buscan apostar por alimentos saludables, sostenibles y, por supuesto, auténticos. Ahora, el cliente responde a un perfil más exigente e informado que antes. Este cambio en la actitud del consumidor, ha propiciado que supermercados y marcas hayan modificado la forma de producir y de comercializar sus productos, la información de sus etiquetas, e incluso su filosofía empresarial para adaptarse a esta nueva tendencia. Esta transformación en la mentalidad del cliente supone el progreso a una alimentación real y saludable, que nos ayudará a contribuir a una mejor nutrición de la sociedad.

En un contexto como el actual, los sellos de certificación juegan un papel muy importante, ya que pueden ayudar a los consumidores a tomar decisiones más ajustadas y saludables a la hora de decantarse entre un producto u otro. Estos sellos, indican desde la procedencia del producto, el tipo de fabricación hasta la composición del mismo. Algunos de ellos pueden ser: IGP (Indicación Geográfica Protegida), DOP (Denominación de Origen Protegida), Fairtrade (comercio justo), sello ecológico… En este caso, el sello de la Indicación Geográfica de Procedencia Protegida (IGP) que se ha concedido al queso danés Havarti, señala que el origen de este queso se sitúa solo y exclusivamente en Dinamarca, y que la forma de su producción se corresponde con un proceso único y concreto que ha de llevarse a cabo en dicho país. Esto hace que el resto de los quesos que se autodenominan como Havarti, pero que no cumplen con estos requisitos, pasen directamente a cambiar su denominación y no mandar un mensaje falso e inexacto al consumidor.

El sello de IGP que se podrá ver en los envases de los Havarti originales, entre ellos en nuestro Arla Havarti, a partir del 12 de mayo de este año, dará al cliente la seguridad de que lo que está comprando es auténtico y que el origen de ese producto ha sido avalado por la Unión Europea.

Aquellos quesos que en ese momento ya se encuentren en el mercado comercializados como Havarti y aparezcan sin sello de IGP será porque están en periodo de carencia según el acuerdo establecido, pero no se corresponderán con el auténtico Havarti al no llevar el distintivo que así lo certifica.

El empleo de estos sellos de certificación fomenta el buen hábito de este nuevo consumidor mejor informado y más preocupado por la calidad de su alimentación. Por ello, la IGP es más que un sello, es un símbolo diferenciador que garantiza la especialidad y autenticidad de esos productos, lo que se traduce en una mejor oferta para el cliente.

En la actualidad, cuando elegimos un producto ya no solo nos preguntamos si es saludable o no, si no que vamos un paso más allá, queremos conocer de qué está compuesto, cómo y dónde se ha elaborado, si su producción es ética y sostenible, etc. Gracias a sellos como el de la IGP, desde nuestra cesta de la compra podemos incentivar esta transformación del mercado y de los hábitos del consumidor, cuidar nuestra salud y poner en valor productos reales como el queso Havarti de Arla. Porque el consumidor merece poder escoger lo mejor, lo auténtico.

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