El restaurante, situado a pie de playa entre los hoteles Marbella Club y Puente Romano, estrena imagen. Un proyecto de interiorismo y decoración desarrollado por el Estudio de Marta Zarzalejos. Un año más, La Milla continúa apostando por una propuesta gastronómica basada en el producto fresco y de extrema calidad, que armoniza con las más de 400 referencias de vino que conforman su carta líquida.
Ubicado en una situación privilegiada entre el Hotel Marbella Club y el Hotel Puente Romano, La Milla cumple seis años desde que Luis Miguel Menor y César Morales se aventuraran a abrir el restaurante en plena Milla de Oro de Marbella. Esta temporada viene acompañada de novedades en el espacio y cambios en la decoración, a cargo de la interiorista y diseñadora Marta Zarzalejos, que ha buscado fusionar la esencia inicial de La Milla con una estética potente, fresca y elegante, inspirada en la esencia del mar, su belleza intrínseca y su mezcla de tonalidades azules.
Con unas vistas inmejorables del mar Mediterráneo, La Milla ofrece una carta basada en el producto fresco como gran protagonista y una cocina moderna que rompe con los estereotipos de los habituales chiringuitos de playa. Luis Miguel Menor, su chef ejecutivo y co-propietario, cuenta con una dilatada experiencia al mando de los fogones y apuesta por una cocina de mercado, que se acerca a la excelencia, buscando la calidad en la lonja y seleccionando con mucho cariño y cuidado cada uno de los proveedores con los que trabajan.
La carta de La Milla está compuesta principalmente por marisco y pescado procedente de las costas andaluzas, especialmente de Cádiz, Tarifa, Málaga, Granada y Almería. Una selección de la mejor materia prima que se adapta siempre a la temporalidad, disponibilidad del producto y a las capturas diarias.
Siempre al servicio del producto de máxima calidad, el restaurante cuenta con una amplia lista de sugerencias del día que complementan la carta principal. Un menú compuesto por Clásicos de La Milla como los langostinos pil-pil, la cazuela de mejillones vapor al caldo corto y el carabinero a la brasa, patatas chips, huevo frito y caviar; gazpachos andaluces; ensaladas como el “picaíllo” de tomate del terreno con lomo de atún en aceite y la burrata con tomate, helado de aguacate, mejillones escabechados y vinagreta de pesto; y una selección de elaboraciones en crudo, ostras y caviar. Por otro lado, destaca la fritura tradicional andaluza de pescado, como los boquerones de la Bahía de Málaga y los salmonetitos fritos; arroces y paellas como su arroz Ibérico con láminas de jamón ibérico “Carrasco”, panceta y secreto; la selección de pescado y marisco fresco, entre los que no pueden faltar los espetos de sardinas; y las carnes en horno de brasa.
Como broche final, el toque dulce lo ponen postres como la tarta fina de manzana, milhojas con nata y helado de leche merengada o coulant de chocolate caliente con fluido de frutos rojos y helado de chocolate blanco, ideal para los amantes del cacao. Además, en La Milla no se olvidan de los más pequeños, disponen de una propuesta infantil para el disfrute de todos.
La experiencia se completa con su fuerte apuesta por la coctelería, que no solo incluye cócteles clásicos sino también creaciones propias. Pero su bodega tampoco se queda corta: el restaurante cuenta con una selección de más de 400 referencias nacionales e internacionales, champagnes de pequeños viticultores, generosos y dulces.
Más allá de la cuidada oferta gastronómica, La Milla también es un sitio ideado para celebrar eventos privados tan importantes como bodas o reuniones corporativas de grandes marcas y empresas. Con unas instalaciones adaptadas para la puesta en escena, uno de los pilares de la filosofía de La Milla es sin duda la celebración de eventos.
