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Finaliza el II Encuentro de los Mares con los biólogos marinos como protagonistas

Con 27 ponentes de 11 países, y más de 9.000 registros en sesiones, el Encuentro de los Mares finalizó una edición única y digital. Los biólogos marinos Manu San Félix y Enric Sala, de National Geographic, recibieron el Premio Sartun con una defensa de las reservas marinas: “Si proteges el mar, se recupera y da frutos”. En la foto, de izquierda a derecha, Manu San Félix y Enric Sala con compañeros del proyecto Pristine Seas de National Geographic.

Lo comentaba la activista ambiental Alexandra Cousteau en la última ponencia: “Si mi abuelo estuviera aquí, estaría horrorizado al comprobar que no hemos conseguido erradicar el cambio climático contra el que él tanto luchó. Estaría triste, pero abrazaría la idea de que tenemos aún tiempo para actuar. Tenemos diez años muy importantes por delante”. Y a ese empeño ha colaborado la segunda edición del Encuentro de los Mares, que ha cerrado sus puertas virtuales con un compromiso de ayuda mutua entre todos sus interlocutores, como querría el comandante, como ha demandado su nieta.

Han sido en total tres días de ponencias y mesas redondas donde 27 ponentes de 11 países, en más de 15 horas de emisión en directo, han discutido para llegar a acuerdos, para diagnosticar una situación complicada, “límite”, en palabras del biólogo Carlos Duarte. “Hemos sentado en una misma mesa a los mejores científicos marinos, a técnicos y pescadores, y a los chefs que mejor trabajan el mar para que hablaran y acercaran posturas sabiendo que partían con visiones diversas. Y lo han hecho”, explicaba Benjamín Lana, presidente de la división de Gastronomía de Vocento e ideólogo del encuentro.

El II Encuentro de los Mares cierra con 1.010 inscritos de 21 países y más de 9.000 registros en sesiones, “un resultado excelente teniendo en cuenta cómo hemos tenido que reprogramar un congreso pensado para celebrarse off line”, añadía Lana. Volverá a puerto en 2021, puede que literalmente a bordo del buque oceanográfico Miguel Oliver, según ha prometido la subdirectora General de Investigación Científica y Reservas Marinas. “Debemos apostar por la divulgación así que nos ponemos a vuestro servicio”, ha asegurado M. Pilar Vara del Río.

“Todos somos parte del cambio”

Ese es también el mensaje del encuentro, el de difundir el conocimiento, el de compartir estado de los mares y elogiar el trabajo de sus defensores. Para Alexandra Cousteau, “todos debemos formar parte de la fuerza del cambio. Todo lo que hacemos tiene un impacto. Por ello, detrás de cada elección hay una oportunidad”. Exigía para ello una “cadena de suministro más transparente, para que los consumidores contribuyan a la mejora de los mares y ayuden a los pescadores responsables comprando solo pescado con de clara trazabilidad”. Ante la imposibilidad de poder hacerlo, ella hace tiempo que decidió no comer pescado si no está segura de su origen.

Cousteau era categórica y, como han hecho otros científicos, pedía también a los chefs que se involucraran en la lucha, en su caso, “incorporando en sus menús nuevas especies, poniéndolas así en valor y restando presión sobre las 15 o 20 más demandadas y que merman los caladeros con más presión pesquera”. Ángel León es un adalid en la temática; también cogieron el guante Quique Dacosta o Fer Rivarola (El Baqueano, Argentina), dos cocineros ya enamorados del pescado pero reafirmados en su apuesta tras el paso por el congreso. Dacosta lo comentaba: “Debemos trabajar más unidos con los científicos para divulgar buenas prácticas y no solo para cómo crear nuevos platos o técnicas”.

“El Neolítico debe llegar al mar”

El último día de congreso contó con una sesión especial, la de la entrega del Premio Sartun a los biólogos marinos españoles Manu San Félix y Enric Sala, éste último Explorador Residente de National Geographic, máxima categoría de investigación y exploración de la organización americana y de la que solo forman parte 15 personas en todo el mundo. Ha sido por el proyecto Pristine Seas de la National Geographic Society, que busca identificar, proteger y restaurar los últimos lugares verdaderamente salvajes de los océanos, “un proyecto en el que seguro seguiremos diez años más para conseguir nuestra meta -que es la del congreso-: proteger a los océanos”.

Pristine Seas (“Mares antiguos, originales”) ha ayudado a crear hasta la fecha 22 reservas marinas por todo el mundo, cubriendo una superficie total de 5,8 millones de kilómetros cuadrados, ayudando a conservar la vida del mar. “Cuando un lugar se protege, hay esperanza. Se recupera la fauna marina y crece la pesca, amén de poder realizarse actividades complementarias como el turismo de buceo, una oportunidad económica incluso más provechosa”, explicaba Sala. En España, sin ir más lejos, hay 11 reservas marinas decretadas, “que ayudan a mejorar los recursos pesqueros, el apoyo a la pesca artesanal y la protección de hábitats esenciales”, relataba en otra ponencia del Encuentro M. Pilar Vara del Río, la técnico que ha prometido el buque para la próxima edición del Encuentro.

Parece, es una verdad universal. “La naturaleza te devuelve cinco euros por cada euro invertido en su protección, ya que las reservas tienen beneficios económicos, sociales y medioambientales”. La pareja de biólogos, en nómina de la mayor entidad altruista para la protección del medio ambiente a nivel mundial, desean que la superficie total protegida en el mundo llegue al 30%, muy lejos del 3% actual. “Ahora mismo, del mar solo sacamos, por lo que debe llegar su Neolítico. Pero no hará falta sembrar, ni cultivar -relataba San Félix-, bastará con esperar y conservar para recuperar y sacar frutos”.

Proteger para consumir

Guillermo Aldama, cardiólogo intervencionista del Hospital Universitario de A Coruña, ha intervenido en el Encuentro para aleccionar en el consumo de pescado. “Consumir pescado dos veces a la semana puede reducir la mortalidad por enfermedad cardiovascular hasta un 30%, mejora la función visual o la elasticidad de las articulaciones y hasta ayuda a aumentar la tasa cognitiva o disminuir el deterioro de la piel”. Eso sí, “el modo de cocción es importante para preservar sus beneficios, así que evitemos fritos y rebozados y optemos por la plancha, el horno o los marinados o guisos. Conservas y congelados mantienen también todas las propiedades y beneficios”, concretaba el cardiólogo.

Reducir el IVA al sector

Aldama resumía los beneficios, pero los líderes de las patronales nacionales del sector enfriaban los resultados. “Todo el mundo dice que hay que comer más pescado porque es más saludable, pero así no se conseguirá. Se invierte poco. No es normal que el IVA de este producto sea el mismo que el de un refresco, por lo que se tendría que reducir o aniquilar”, explicaba Maria Luisa Álvarez, directora de la federación que agrupa a las pescaderías españolas. El presidente mundial de los armadores de pesca, Javier Garat, tampoco era positivo, y mostraba su preocupación porque un producto con una de las proteínas más saludables tuviera unas cifras tan bajas de consumo. “La acuicultura ha aumentado pero el consumo de pescado salvaje ha descendido un 25%”. Garat se sumaba a Álvarez en la petición de la reducción del IVA “para repercutir en nuestra salud”.

El consumo de pescado, la necesidad de que la despensa mundial futura venga del mar o el auge de la acuicultura han sido otros de los mensajes que han centrado el II Encuentro de los Mares. “Solo se necesita voluntad”, comentaba Cousteau. En este foro la ha habido.

 

 

 

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