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TÉ PARA DOS: Antonio Vázquez Muñoz-Calero

Estaba apenas finalizando sus estudios cuando la grave enfermedad que sufría su padre le obligó a acelerar su formación y a  tomar, poco después, el timón de un potente consorcio empresarial. Catorce años más tarde, Antonio Vázquez Muñoz-Calero (León, 1983) es el presidente del Grupo Vamuca, integrado en la actualidad por los hoteles leoneses Alfonso V y Conde Luna y los restaurantes LAV, Casa Mando, Molino de los Ajos, Marcela y NiMÚ Azotea en León, además de NiMÚ Barquillo en Madrid, la ciudad que será previsiblemente escenario inmediato del crecimiento natural del grupo.

Texto: Luis Ramírez. Foto: Grupo Vamuca

La pasión por el vino le ha llevado también a ponerse al frente de dos ilusionantes proyectos, la Bodega Vinos de León, con su apuesta por las variedades autóctonas Pietro Picudo y Albarín, y San Cobate, en el corazón de la Ribera del Duero burgalesa, donde expresa lo mejor de sí misma la Tinta Fina o Tempranillo. En Madrid, hemos sometido a nuestro cuestionario alternativo a este joven, ambicioso y a la vez sensato empresario, que ha sido capaz de renovar la hostelería en su ciudad natal y hoy está al frente de un equipo integrado por más de 200 personas. Siempre pensando en el largo plazo, ha comenzado a cultivar frutos secos (nogales, almendros), además de miel, y observa, en el horizonte, las posibilidades de negocio que se abren en su querida Portugal.

¿Cuál es su personaje histórico favorito? Podría hablar de alguien relacionado con la Medicina, actividad que me fascina, pero me quedo con Jesucristo. Me llama mucho la atención como espejo de comportamiento, generosidad y sacrificio para los niños. Seas o no religioso, es un gran personaje por sus valores.

¿Y su personaje de ficción? Superman fue una referencia en toda mi niñez. Me encantaba disfrazarme.

Recomiéndenos un libro. Lo último que he releído, “El Viejo y el Mar”, de Hemingway.

¿Cuál ha sido su viaje favorito? Sin duda, el viaje de novios. Estuvimos en África, Indonesia y Australia. Y el recorrido por Namibia me pareció irrepetible.

¿Y su viaje pendiente? Japón, siempre lo tenemos en mente.

¿Cuál es su comida favorita? Hay varias: la ensaladilla rusa, los mejillones de lata en bocadillo y, por encima de todo, los guisos de legumbre, ya sean lentejas, alubias o garbanzos.

¿Qué receta le gusta preparar? Lo que más, los arroces, pero también los pescados a la sal, al horno, a la plancha, incluso en crudo.

¿Qué le pide a un vino? Le pido sobre todo, compañía. El vino se presenta en botella porque es una bebida para compartir, no para consumirla individualmente. A partir de aquí, que sea bebible y entendible, para que puedan gozar de él la mayoría de los consumidores.

¿Qué tipo de vinos le emocionan? Los que no están excesivamente disfrazados, los que expresan muy bien de donde vienen, el clima e incluso el año en el que se elaboraron. Rechazo esos vinos estándar cuya elaboración disimula todas esas referencias. Y me gustan los vinos vivos y muy cambiantes.

Sugiéranos una armonía entre una receta y un vino…Un vino tinto de la Ribera del Duero, como nuestro San Cobate, con unos garbanzos con callos.

¿Qué ve en televisión? Muy poco, incluso pocas series. Veo fútbol y más cine que series. Pero no consumo televisión más de tres o cuatro horas a la semana.

¿Dónde le gustaría vivir? Vivo en León y paso mucho tiempo en Madrid, mis dos ciudades favoritas. Pero cuando me jubile, me gustaría vivir en Portugal, en algún sitio secreto del que mejor no dar muchas pistas.

¿Cuál es su ocupación favorita, fuera de la actividad profesional? Me encanta esquiar. Es mi afición número uno. Además, me permite hacerlo con mi familia que es mi otro gran hobby. A mi mujer y a mis tres hijos, de ocho, seis y cuatro años, les encanta esquiar y nos escapamos siempre que podemos.

¿Cuál es su posesión más preciada? Algún recuerdo que tengo de mi padre y de mi abuela, con la que tuve también una relación muy especial. Me dejaron detalles con una enorme carga sentimental.

¿Cuál ha sido su mayor logro? He creado una familia feliz, que disfruta de las cosas y es consciente de las exigencias de la vida. Y todo eso es muy complicado.

¿Qué talento le hubiera gustado tener? Algún tipo de talento musical, ya fuera cantando o tocando un instrumento.

¿Cuál será la meta de su próxima carrera? A nivel profesional, asentar en los próximos diez años todo lo que se ha hecho hasta ahora en el grupo, y a nivel personal, los próximos años serán fundamentales en la educación de mis hijos para que sean personas independientes con personalidad y opinión propias.

¿Qué rasgo de su carácter le definiría? Soy paciente, no me pongo nervioso antes las cosas y creo que soy una persona justa.

¿Cuándo derramó la última lágrima? Cuando murió mi abuela, durante el primer confinamiento, hace algo más de un año.

¿Cuál es la cualidad que más valora en las personas? Que sean transparentes, humildes y honestas.

¿Y su principal cualidad? Es difícil hablar de uno mismo, pero creo que soy una persona humilde.

¿Qué es lo que más detesta? La mentira y la ignorancia y cuando van juntas, resultan terribles.

¿Qué le parte el corazón? Puede parecer muy típico, pero la injusticia en todos los órdenes. Y también me deprime muchísimo la calidad de la clase política de mi país.

¿Qué le alegra la vida? Compartir un vino con mi mujer o con mis amigos. El vino es siempre alegría, como decía mi abuelo.

Si pudiera cambiar una sola cosa del mundo… A casi todos los políticos españoles. También intentaría culturizar más a las personas para que tuvieran opiniones propias. Mientras la política enerva, la cultura genera respeto.

¿Qué música escucha? Hay música en cada momento de mi vida. Rob DeLion me encanta y es un buen amigo.

¿Cuál sería su lema? Vive y deja vivir.

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