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A los “peques” les gusta el pan

El 74% de los hogares españoles con hijos de hasta 18 años consume al menos una barra de pan al día, según el ‘Análisis del consumo de pan en el target infantil’ elaborado por Ikerfel. El pan es una fuente importante de hidratos de carbono, cuyo componente principal es el almidón, que a su vez se convierte en glucosa para proporcionar energía al organismo.

El pan es un alimento clave dentro de la Dieta Mediterránea, considerada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como una de las más saludables del mundo, cuya conveniencia facilita incluirlo en todas las comidas. Pese a ello, su demanda entre la población sigue en descenso en España, ya que -a falta de tener datos definitivos de 2021- las previsiones indican que a lo largo del año pasado se produjo una nueva caída próxima al 8% interanual. Sin embargo, esta tendencia de consumo no se da en el 74% de los hogares con hijos de hasta 18 años, donde se consume al menos una barra al día, conforme al estudio ‘Análisis del consumo de pan en el target infantil’ elaborado por el Instituto de Investigaciones de Mercado y Marketing Estratégico Ikerfel para la Interprofesional Incerhpan.

Y es que, precisamente, este estrato de la población española parece sostener el consumo de pan en virtud de que el 83% de los encuestados por Ikerfel aseguran haber aumentado el nivel de ingesta frente a 2020. De hecho, dicho escenario se repite más en los hogares con hijos de 6 a 12 años, los cuales incrementaron un 10% la cantidad consumida con relación al año anterior. Esto se debe, según se explica en el citado estudio, a que a los más “peques” de la casa les gusta el sabor del pan y los padres lo consideran un alimento sano para que lleven una dieta saludable.

Tal afirmación no va mal desencaminada, pues el pan es una fuente importante de hidratos de carbono (51,5 g. por cada 100 g. de pan), cuyo componente principal es el almidón, que a la vez se transforma en glucosa y actúa como combustible para proporcionar energía a su organismo.

Gran actividad física

“En los niños que tienen una gran actividad física, la cual implica un gasto elevado de energía, el pan ayuda a cubrir la mayor necesidad de ingesta de hidratos de carbono. En estos casos, un bocadillo, acompañado de una fruta o de un lácteo, puede suponer una excelente opción”, declara Beatriz Navia, doctora en Farmacia y profesora del departamento de Nutrición y Ciencia de los Alimentos de la Facultad de Farmacia de la Universidad Complutense de Madrid (UCM).

No obstante, en el resto de los casos, el consumo de cereales y sus derivados -grupo donde se integra el pan- suele contar con una frecuencia inferior a la recomendada por los expertos. “No ingerir una cantidad de pan suficiente podría conducir a desequilibrios importantes en la dieta, aumentando la cantidad de energía procedente de las grasas y proteínas”, subraya la Dra. Navia. Incluso la Guía de la Alimentación Saludable de la Sociedad Española de Nutrición Comunitaria (SENC) aconseja consumir arroz, al igual que pasta, entre dos y tres veces a la semana, además de acompañar con pan todas o prácticamente todas las comidas realizadas a lo largo del día.

Los padres, a favor del consumo de pan

Así, siete de cada diez padres en España confían en este alimento para que sus hijos ingieran la cantidad de cereales recomendada. En concreto, el 72% de los consultados en el análisis elaborado por Ikerfel consideran que forma parte de la dieta de sus hijos y no se debe eliminar su consumo. Mientras, el 27% creen que engorda y, por este motivo, valoran reducir su ingesta.

Ante esta coyuntura, la Pirámide de la Alimentación Saludable en España establece un consumo de entre cuatro y seis raciones al día de cereales y sus derivados (pan, arroz, pasta, cereales de desayuno y otros cereales) y patatas -que se incluyen en la recomendación por su similitud con los cereales en cuanto al contenido de carbohidratos complejos-, ajustando la cantidad consumida en función del grado de actividad física, que deberá ser mayor si la actividad es elevada (seis raciones por día) y menor en los casos de actividad baja (cuatro raciones diarias).

Los “peques” prefieren variedades versátiles

En cuanto al tipo de variedad de pan preferida, los “peques” de la casa no tienen ninguna duda: el 51% optan por las opciones más versátiles, como el pan rústico (33%) y la chapata (18%). Esto se debe a que son dos clases de pan válidas para consumir en las comidas y como bocadillo.

Al pan rústico y la chapata le siguen, por orden de preferencia entre los más pequeños, otras variedades tradicionales como pan gallego (12%), mollete (12%), candeal (12%) y payés (9%).

 

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