El restaurante A’Ollo (Mesonero Romanos, 13) trae al corazón de Madrid una de las más apetitosas tradiciones gastronómicas de Galicia para disfrutar tranquilamente del deleite de una buena mesa en domingo seguido de una reparadora siesta. “Los Domingos de Laconada y Siesta de A’Ollo” proponen una experiencia culinaria única de la mano de la mejor materia prima gallega elaborada con el máximo respeto por el producto y combinada con el posterior descanso en una habitación de cuatro estrellas en la Gran Vía madrileña.
Sin duda, el plan más selecto para el fin de semana que une dos de los grandes placeres de la vida para acabar la semana de la mejor forma desde el cielo madrileño, las alturas de la séptima planta del hotel InnSide by Meliá Madrid Gran Vía.
El domingo es día de descanso, relajación y disfrute de los nuestros de cara a recargar energía para la siguiente semana. Si encima, se hace en torno a una buena mesa, el plan es más que perfecto y de cosas del comer, son unos auténticos expertos en Galicia, donde una excelente materia prima combinada con el mimo en los fogones, da como resultado una gastronomía incomparable. El restaurante de Le Tavernier, A’Ollo, ha querido traer al corazón de Madrid uno de los guisos más tradicionales de la “terra” reinterpretado para obtener una de las propuestas más selectas de la capital, a partir del mejor producto que viaja directamente desde Galicia y ha sido elaborado con el mimo y la técnica de su chef, convirtiéndolo en una experiencia culinaria única, que se completa con una reconfortable siesta para reposar la comida en una exclusiva habitación de un hotel de cuatro estrellas.
Desde el pasado 6 de febrero, “Los Domingos de Laconada y Siesta” son el plan ideal para estos meses de invierno, disfrutándolo ya sea en el acogedor interior del restaurante, o en cualquiera de sus dos terrazas (una de ellas con vistas a Gran Vía), bajo el sol madrileño y las agradables temperaturas de la capital, para después descansar en una de las acogedoras habitaciones del hotel Innside by Meliá Madrid Gran Vía.
Apoteosis de invierno
Fiel a su gastronomía confeccionada en el mayor respeto a la tradición de la cocina gallega dictada “a ollo”, en combinación con las últimas tendencias de la vanguardia gastronómica, A’Ollo ha diseñado un menú de laconada para los paladares más exigentes. El espectáculo gastronómico comienza con una empanada de lacón con grelos, para ir abriendo boca y zambullirse en los sabores que van a venir después. No podía faltar, y más siendo invierno, la tradicional sopa de fideos, cocinada a fuego lento y fiel a la receta de las “avoas” gallegas. A continuación, las croquetas de laconada, que traen al paladar una explosión de sabor que te transporta a Galicia en tan sólo un bocado. Las patatas rellenas y el lacón con grelos se convierten en el eje centran de este menú, que finaliza con el queso de tetilla con membrillo y unas deliciosas filloas y rosquillas, amasadas con la máxima dedicación. Todo ello estará bañado por agua, refrescos, cervezas o una botella de vino para cada dos personas.
Para completar esta experiencia, qué mejor manera de reposar la comida que con una estupenda siesta en una habitación de un hotel de cuatro estrellas, tan sólo bajando unas plantas en el mismo edificio, y sin necesidad de hacer ningún tipo de desplazamiento por las calles de Madrid. La siesta perfecta dicen los expertos que dura media hora, pero en este domingo de relajación las estancias del hotel InnSide by Meliá Madrid Gran Vía estarán disponibles desde después de deleitarse con la laconada hasta las 20.00h. El timing perfecto para disfrutar de lo que queda de tarde de domingo antes de que llegue el inicio de semana.
Fin de fiesta en Le Tavernier
Por todo ello, “Los Domingos de Laconada y Siesta” en A’Ollo (precio 165 euros dos personas) son el plan perfecto de relax dominical, en sus 500 m2 y dos terrazas con vistas al cielo madrileño, un servicio diario impecable, en un ambiente relajado y confortable para hacer sentir al comensal “un dos nosos”, y permitirle evadirse durante un tiempo del bullicio del quehacer diario y trasladarse con los sentidos al ambiente marítimo tan añorado. El mejor lugar para que una comida familiar o de amigos, se convierta en una experiencia a repetir, un lugar donde encontrarse y sentirse siempre como en casa, disfrutando de la mejor cocina gallega. Una experiencia marítima, que puede alargarse en el rooftop de Le Tavernier, tan solo una planta más arriba, donde poner un broche de oro a la intrincada travesía con un buen cóctel.
