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Masía El Altet celebra su incorporación a Grandes Pagos de Olivar

La almazara alicantina pasa a formar parte de este grupo de grandes productores de Aceite de Oliva Virgen Extra como su séptimo miembro, uniéndose a Hacienda Queiles, Aubocassa, Casas de Hualdo, Castillo de Canena, Marqués de Griñón y Marqués de Valdueza. En la imagen, aceites de Oliva Virgen Extra Premium de las siete almazaras.

El restaurante L’Atelier Robuchon Madrid acogió la presentación en sociedad de Masía El Altet y su Aceite de Oliva Virgen Extra High Quality como séptimo miembro de la asociación Grandes Pagos de Olivar (GPO). Creada en el año 2005, esta agrupación pone en valor la singularidad y excelencia de sus AOVES al máximo nivel gastronómico y reúne a la élite de los olivareros españoles: en total, siete firmas de excelentes Aceites de Oliva Virgen Extra que son producidos en sus propias fincas.

Masía El Altet se une a Hacienda Queiles (Navarra), Aubocassa (Mallorca) y Marqués de Griñón (Toledo) -socios fundadores de Grandes Pagos en 2005- y a Marqués de Valdueza (Badajoz), Castillo de Canena (Jaén) y Casas de Hualdo (Toledo), incorporados respectivamente en 2006, 2012 y 2019.

Un pago que aporta singularidad

El rasgo principal que identifica todos estos AOVES radica en que deben producirse en un pago, un terruño acotado que aporte singularidad y caracterice el aceite de oliva virgen extra, siempre bajo un control cercado y estricto de los olivos y bajos unas indispensables premisas de respeto medioambiental y de sostenibilidad. Estos pagos o fincas reproducen en el olivar el concepto de chateau típico de la cultura vinícola.

Tras una copa de bienvenida, Francisco Vañó, presidente de Grandes Pagos de Olivar, pronunció un cálido discurso en el que aseguró que la incorporación de Masía El Altet como nuevo socio de la agrupación sirve para que “desde hoy seamos más fuertes, más pujantes, más complejos puesto que agregamos a una excelente empresa familiar ubicada en la Comunidad Valencia y que completa el mapa ibérico de grandes zonas históricas productoras de aceites de oliva”.

A continuación, Jorge Petit, propietario de Masía El Altet afirmó que pertenecer a Grandes Pagos de Olivar supone “un enriquecimiento agronómico y cultural, por el intercambio de experiencias y avances científicos entre socios” y, además, “la puesta en valor a nivel mundial de las cualidades gastronómicas, organolépticas y saludables del aceite de oliva virgen extra”.

Un menú creado para la ocasión

El almuerzo, a cargo de Jorge González (chef ejecutivo de Robuchon Madrid) y su equipo, consistió en un menú degustación en el que cada plato estaba elaborado con uno de los AOVES que forman parte de Grandes Pagos de Olivar. El ágape comenzó con una mini ensalada de burrata, aguacate y coulis de tomate con Abbae de Queiles, seguido de tres platos marinos: dorada en carpaccio con lima y pimienta de Espelette (Marqués de Valdueza Coupage), bogavante gallego caramelizado con salsa Malabar y emulsión de coco (Masía El Altet High Quality) y lomo de pez San Pedro sobre concasé de tomate y cilantro (Marqués de Griñón Oleum Artis).

El clásico solomillo de ternera con el mítico puré de patata trufado de Robuchon se sirvió en esta ocasión con el AOVE mallorquín Aubocassa. Como broche final, dos postres. El primero, helado de aceite de oliva con toques de anís, tuvo como protagonista a Casas de Hualdo Reserva de Familia. El segundo, un delicado bizcocho de aceite de oliva con ganache de chocolate Guanaja salado se elaboró con Castillo de Canena Reserva Familiar Picual.

En sus 18 años de trayectoria, las marcas que componen Grandes Pagos de Olivar están presentes en más de 60 mercados de internacionales y han contribuido a que España sea hoy el mejor productor de AOVE del mundo, logrando que los estándares de calidad de este producto se hayan multiplicado de una manera muy consistente.

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