FISAN, el Jamón de Bellota 100% Ibérico Alta Gastronomía, es una gran alternativa para el Día del Padre. Dulzura, sabor intenso, olor profundo, fresco y duradero son los extraordinarios matices que ofrece al paladar este jamón, su recuerdo perdura rememorando sus más de cincuenta meses de curación en bodegas naturales.
FISAN tiene un vínculo muy especial con “el padre” de la marca. Como sinónimo de hospitalidad, la familia Sánchez queda personificada de forma inmediata en D. Florencio Sánchez, segunda generación de la “saga FISAN”, que, con una anécdota casi circunstancial, completa el retrato de este productor de ibérico.
Un día de 1989 en Bélgica, este guijuelense ‘desenvainó’ unas lonchas envasadas de su querido jamón ibérico; con unos colegas, descansaba en una terraza de Bruselas, mientras probaba una cerveza local; por cortesía, ofreció probar su producto a un amable camarero que les estaba atendiendo. Pero este declinó; no eran tiempos de comer cerdo español y, encima, ‘crudo’. Son tiempos pasados.
La clientela más exigente del planeta
Hoy, el jamón ibérico de alta calidad se percibe, valora y consume como un bien de lujo por la clientela más exigente del planeta, gracias al trabajo y esfuerzo de empresas como FISAN.
Actualmente la marca se ha multiplicado en el mercado, fruto de una alianza entre lo artesanal de la producción y lo personal de su fabricación y comercialización en manos de la tercera generación:
Eva, Florencio y Javier Sánchez. Ellos asumen lo que algunos consideran el mayor reto de la gastronomía española: la progresiva modernización del negocio. Así lo relata nuestra colaboradora Marta Fernández Guadaño en el libro centenario de la marca.
De cara al Día del Padre, FISAN ofrece varios formatos para los paladares más exigentes, se pueden obtener en: https://www.fisan.com/productos/jamon/
