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Madrid: Hermanos Vinagre lleva también sus aperitivos a Chamberí

La nueva sede, situada en Cardenal Cisneros, 26, que incorpora platos calientes como gran novedad, se une así a los dos locales con los que ya contaba en Madrid: en la calle Narváez y en la calle Gravina.  Abanderados de la tradición y las buenas costumbres, la propuesta de Hermanos Vinagre (Carlos y Enrique Valenti) se basa en una serie de conservas y escabeches de elaboración propia que se preparan en su fábrica de Boadilla del Monte.

Tras conquistar los barrios de Retiro y Chueca, Hermanos Vinagre desembarcó recientemente en la calle Cardenal Cisneros, llevando su proyecto de reivindicación del aperitivo al corazón de Chamberí.
El tercer local del grupo viene pisando fuerte y es que, además de ofrecer los bocados más icónicos de Hermanos Vinagre, incorpora en su carta como novedad una selección de tapas calientes, en línea con el casticismo que tanto les define.

Así, no pueden faltar sus emblemáticos aperitivos especiales, como los mejillones en escabeche ahumado, la anchoa preparada y aliñada hecha en casa o los boquerones en vinagre al estilo madrileño. Una vez abierto el apetito, continúa con una selección de embutidos entre los que se encuentran el lacón ibérico de Móstoles, la cecina de vaca vieja o la sobrasada de buey de Cárnicas LyO. Por último, incluye una nueva sección, la de platos salidos de la cocina, una novedad que permite disfrutar de tapas calientes al más puro estilo cañí y que se incorpora también, de forma adaptada, a los demás locales del grupo. Se trata de platos que se van renovando, pero que mantienen esa idiosincrasia tan castiza que se respira al cruzar el umbral de la puerta de cualquiera de sus tres espacios. Entre ellos, los croquetones, de huevo duro o de jamón ibérico, la empanadilla de bonito en escabeche o los huevos fritos con papada Joselito.
Como auténticos iconos de la gastronomía madrileña, destacan el bocata de calamares y el pepito de ternera con pimiento y queso, además, incluso se pueden encontrar algunos guisos clásicos como los callos a la madrileña o las albóndigas de ternera. 
 
Nacimiento en plena pandemia
Con la ilusión y el anhelo de recuperar un clásico como es el aperitivo, Hermanos Vinagre nace en la pandemia como una reivindicación para recuperar sabores perdidos, un proyecto que busca cuidar la identidad culinaria que ha puesto a la cocina española sobre el mapa y llevarlo a otro nivel.
La honestidad, unida a un concepto contemporáneo que vuelve a dar vida al bar de siempre, pero llevado a la actualidad, y ese carácter reivindicativo son las claves con las que Hermanos Vinagre lleva su propuesta gastronómica al público. Esta está protagonizada por las conservas, todas ellas de elaboración propia, cuenta con el escabeche por bandera y marca la diferencia con el empleo de técnicas de alta restauración. En este sentido merece especial atención su fábrica de conservas, el principal centro de operaciones del grupo, situada en Boadilla del Monte, que hace esto posible.
En definitiva, Hermanos Vinagre es una taberna castiza adaptada al presente, donde disfrutar de buenos ratos en torno al sagrado momento del aperitivo, recordar momentos felices del pasado y pensar en lo que está por venir con una sonrisa al acabar el último trago de vermú.

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