La madrileña calle Santa Engracia esconde un rincón de la isla de Ischia en una de sus esquinas. Un lugar al que viajar con el paladar hasta uno de los parajes más auténticos del sur de Italia, de esos que cuando abandonas sólo deseas regresar. Y así mismo ocurre con La Tavernetta del Pirata, un restaurante sencillo que tiene sus orígenes en Sant´Angelo, un pequeño pueblo de pescadores precioso pero cuya vida no ha sido siempre sencilla.
| El nombre procede de Lucio, primera generación de esta saga de restauradores y bisabuelo de la propietaria, quien durante la Primera Guerra Mundial se puso como objetivo alimentar a la gente de su isla, que se encontraba en graves dificultades derivadas del conflicto bélico. Así comenzó su aventura como contrabandista de alimentos -de ahí el nombre del proyecto-, navegando con su barca de 7 metros entre Ischia y Nápoles para alimentar a su pueblo desde una panadería donde horneaba pan para todos los habitantes de la isla. La Segunda Guerra Mundial le dejó un regalo por parte de un cliente fiel: una pensión en la playa de Sant´Angelo. Es ahí donde, a partir de la década de los 60, la segunda generación de la familia convierte esa pensión en un hotel y restaurante, gracias a las buenas dotes gastronómicas de la Nonna Rosalba. Cuarta generación de la familia Unas recetas que hoy se pueden degustar en su todavía restaurante de Ischia y en Madrid, adonde ha llegado Babi, cuarta generación de la familia, con la idea de dar a conocer fuera de Ischia las recetas de su familia y de una isla que por lejana tiene muchas cosas nuevas que ofrecer en el plano gastronómico. |
| Babi Poerio creció entre fogones en el restaurante familiar, pero siempre soñó con explorar nuevos horizontes. Tras vivir en Los Ángeles y Río de Janeiro se instaló en Madrid y es aquí donde al fin ha encontrado su hogar. Y en su hogar no podía faltar lo que más le identifica, que no es otra cosa que “el sabor de Ischia”; de ahí la apertura del primer restaurante de la familia fuera de su isla natal. Recetas insulares únicas La Tavernetta del Pirata (Santa Engracia, 26. Madrid) está muy lejos de ser un restaurante italiano al uso. En su carta ofrece no sólo la auténtica cocina de Ischia sino también las recetas propias de la Nonna y que tienen una historia que supera los 80 años. Recetas que se conocen poco o nada fuera de los límites de esta encantadora isla. Platos que sorprenden por su sencillez y donde reinan las pastas y los pescados y en los que no entra la carne, sencillamente porque en la Ischia de los años 40 no había forma de conseguirla, pero tampoco las pizzas. En su carta destacan pastas que se sirven siempre “al dente” siguiendo la receta italiana -sin buscar adaptarse a los gustos españoles- como el Bucatoni del Nonno, una receta propia en la que esta pasta tan tradicional y poco conocida se acompaña de pasas, piñones, peperoncino, pan frito y queso; pero también el Sauté de almejas, que se saltean con vino blanco y crotones. Las salsas frescas se elaboran al momento, incluida la de tomate, y la carta incorpora nuevas recetas durante el año “con la idea de que el público madrileño se vaya introduciendo poco a poco en nuestra cultura gastronómica”, afirma Babi Poerio. La carta de vinos tiene un hilo conductor: todos son italianos. Navega entre variedades de uvas y zonas de producción (desde Véneto hasta Puglia) partiendo desde los 20 euros por botella, aunque también propone algunas referencias por copas. Protagonismo para los platos hasta en la decoración El espacio, ubicado en la esquina entre Santa Engracia y la calle Españoleto, es un lugar acogedor, luminoso y de decoración sencilla, donde el gran protagonismo se lo llevan los platos que decoran las paredes y donde se sirven las recetas, elaborados en la fábrica de cerámica que la familia Poerio fundó en los años 60 en Ischia. Cuenta con un reservado con capacidad para 20 personas que puede adaptarse a formato cocktail o mesa de comedor. |
