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La mejor alimentación para sobrellevar el verano

Neurogastronomía propone una alimentación consciente y placentera. Con altas temperaturas este verano, es importante hidratarse, consumir alimentos frescos y refrescantes, evitar comidas pesadas y moderar el consumo de alcohol y cafeína.

¿Qué tal es tu relación calor-comida? ¡Este año es importante que no nos coja por sorpresa! Las previsiones de las temperaturas para este verano indican que subirán muy por encima de lo normal en España. Nuestra propuesta es liberarnos del poder de calor a través de incorporar la Neurogastronomía, ¡la ciencia aplicada a una alimentación saludable!

Por Efa Rimoldi

Neurogastronomía es un enfoque de alimentación y gastronomía que se basa en la idea de que la forma en que comemos y experimentamos los alimentos tiene un impacto significativo en nuestra salud y bienestar. La Neurogastronomía es un campo de estudio que investiga cómo el cerebro percibe, procesa y responde a los estímulos relacionados con los alimentos. Se basa en la idea de que nuestros sentidos, como el gusto, el olfato, la textura y la presentación visual de los alimentos, influyen en nuestras preferencias alimentarias y en la forma en que disfrutamos de ellos. Es importante seleccionar alimentos frescos, naturales y nutrientes, preparados de una manera que maximice su sabor y atractivo visual, mientras se mantienen sus propiedades nutricionales.

El principal objetivo de Neurogastronomia es mejorar la relación con los alimentos, potenciar la experiencia de los 5 sentidos con el fin de disfrutar de  una alimentación consciente, nutritiva  y placentera. Al prestar atención a la forma en que los alimentos nos hacen sentir y utilizando técnicas culinarias que realzan los sabores naturales, podemos aumentar el disfrute de las comidas y, al mismo tiempo, fomentar una nutrición adecuada.

Este enfoque también puede ser útil para abordar problemas de alimentación y trastornos relacionados, ya que puede ayudar a reconectar con los aspectos positivos de la comida y promover una relación saludable con la alimentación. Hipócrates, padre de la medicina ya lo tenía claro: “Que tu medicina sea tu alimento, y el alimento tu medicina”

Los efectos del calor en nuestro cuerpo

Demasiado calor puede tener diferentes efectos en nuestro cuerpo, pero ¿qué nos hace exactamente el calor?

  1. Aumento de la transpiración: La transpiración ayuda a enfriar la piel a medida que el sudor se evapora, pero también puede llevar a la pérdida de líquidos y electrolitos.
  2. Cambios en el apetito: El calor puede afectar el apetito de diferentes maneras. Algunas personas pueden experimentar una disminución del apetito debido a la sensación de calor, mientras que otras pueden tener antojos de alimentos más refrescantes o ligeros, como frutas, ensaladas y bebidas frías. El aumento de la transpiración también puede aumentar la sensación de hambre y la necesidad de reponer energía.
  3. Digestión alterada: El calor puede influir en la forma en que el cuerpo digiere los alimentos. Algunas personas pueden experimentar una disminución en la velocidad de la digestión, lo que puede causar sensación de pesadez estomacal y malestar. Además, el consumo de comidas pesadas y grasas durante el calor puede hacer que el cuerpo se sienta más lento y menos enérgico.
  4. Mayor necesidad de hidratación: El calor aumenta la necesidad de hidratación. Es importante beber suficiente agua y líquidos para reemplazar la pérdida de líquidos debido a la transpiración. La deshidratación puede tener efectos negativos en la salud, como fatiga, mareos, dolores de cabeza y disminución del rendimiento físico y mental.
  5. Mayor riesgo de intoxicación alimentaria: El calor puede favorecer el crecimiento de bacterias en los alimentos, lo que aumenta el riesgo de intoxicación alimentaria. Es importante mantener los alimentos perecederos refrigerados adecuadamente, evitar dejarlos fuera durante largos períodos de tiempo y asegurarse de que estén cocidos adecuadamente antes de consumirlos.

Normas para contrarrestar el desafío

Con esta base, los veranos pueden ser bastante desafiantes cuando se trata de comer sano. Con las altas temperaturas, desde ORIGEN te invitamos a algunas sugerencias:

  1. Hidratación: Beber suficiente agua es fundamental, pero también puedes obtener líquidos de otras fuentes, como jugos naturales, infusiones de hierbas, sopas ligeras y frutas y verduras con alto contenido de agua, como sandía, pepino y melón.
  2. Consumo de alimentos frescos: Optar por alimentos frescos y naturales puede ayudarte a mantener una temperatura corporal adecuada.
  3. Alimentos refrescantes: Algunos alimentos tienen propiedades refrescantes que pueden ayudarte a sentirte más fresco.
  4. Evitar comidas pesadas: Durante los días calurosos, es recomendable evitar comidas pesadas y de digestión lenta,
  5. Moderar el consumo de alcohol y cafeína: Tanto el alcohol como la cafeína pueden contribuir a la deshidratación.
  6. Utilizar condimentos refrescantes: Algunas especias y condimentos, como el jengibre, la menta, el limón y la sandía, tienen propiedades refrescantes

El cambio, la transformación es lo más presente que tenemos, la ciencia cada día nos aporta más conocimiento, el desafío está en nosotros. Será importante este verano comprender cómo interactúan entre sí los diferentes componentes de los alimentos, cómo se digieren y su impacto en nuestro rendimiento cognitivo y estado emocional. Este conocimiento se puede utilizar para crear platos más saludables que se adapten a las necesidades individuales, así como para ayudar a las personas a tomar mejores decisiones en lo que respecta a su dieta.

 

 

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