Se distribuyen por todos los rincones de La Rioja, desde Anguiano hasta Cuzcurrita, desde la Sierra de Cameros hasta Pradejón. Casi coinciden en habitar espacios escasamente poblados, en su pasión por el medio rural y en el compromiso por la calidad. En general, no viven tiempos fáciles, mediatizados como están por los efectos de la sequía o la subida de precios de las materias primas derivada de las tensiones internacionales. Pero se sienten responsables de la defensa del territorio y en la lucha contra la despoblación. Hemos conocido in situ los proyectos de pequeños productores riojanos en busca de excelencia en un recorrido que nos ha vuelto a mostrar la riqueza y versatilidad de la despensa de la tierra.
ALUBIA DE ANGUIANO
Una exquisita legumbre de escasa producción
Manuel García (a la derecha) es el presidente de la Asociación de Cultivadores de la Alubia de Anguiano y
como tal preside también el Consejo Regulador de la Denominación de Origen Protegida, una de las últimas avaladas en La Rioja por la Unión Europea. Productor de alubias, además de ganadero de vacuno, nos dice que “siempre se ha cultivado ese tipo de alubia pero, hasta hace veinte años, era un cultivo de subsistencia. Ya mi abuelo las sembraba en convivencia con el centeno. A pesar de que ha habido jubilaciones y hay problemas con el cambio generacional, hoy tenemos en Anguiano 27 productores, algunos de ellos jóvenes, y una extensión de unas 30 hectáreas, de las que algún año hemos llegado a producir 28 toneladas”.
Hay dos tipos de cultivos, el tradicional, con una especie de cabañas, y un emparrado a base de mallas que funciona en fincas más grandes. Se empieza a sembrar en el mes de mayo y luego se entutora la planta. La flor aparece a finales de agosto y se recolectan en octubre. En noviembre se organiza un exitoso festival en la comarca para disfrutar de las nuevas alubias de temporada. Según Manuel, la excelencia de la Alubia de Anguiano frente a otros caparrones, “procede de la 
altitud y de los suelos cascajosos, que permiten que aparezca una legumbre más pequeña y, a la vez, mantecosa y muy suave”.
La limitada producción hace que, con alguna excepción, solo puedan encontrarse en tierras riojanas y que allá por el mes de febrero, cuando se celebran las Jornadas de Restauración, desaparezcan del mercado y solo se puedan encontra
r en los restaurantes que las preparan todo el año. Manuel asegura que la forma tradicional de tomarlas es “con sus correspondientes sacramentos, es decir, tocino y chorizo, quizá con un poco de cebolla, cocinadas despacio para conseguir el caldo perfecto”. Y asegura que la DOP nació “para luchar contra la despoblación y ése sigue siendo el objetivo. Que todo sea cada vez más profesional, ganemos en volumen y contribuyamos al máximo a la economía local”. Anguiano albergará a principios de 2024 el II Congreso Nacional de Legumbres de Calidad.
DOP Alubia de Anguiano
Plaza Mayor, 5. 26322. Anguiano. La Rioja. Tfno. 657 85 27 38. alubiadeanguiano.com
FUNGITURISMO EN PRADEJÓN
Pasión por el cultivo de champiñones y setas
Pradejón es, acaso por su ubicación estratégica, el primer municipio productor de champiñones de España. De las 76.000 toneladas anuales que proceden de La Rioja, el 49 por 100 (el 30 por 100 de toda la producción nacional) 
corresponden a esta localidad que es un referente nacional y en donde funciona un singular Centro de Interpretación del Fungiturismo, abierto en 2014, cuyas paredes son paquetes de compost secos y cuya responsable es Pilar Zamajón (en la imagen, junto a Carmelo Ezquerro, uno de los principales productores locales). Resulta muy estimulante descubrir junto a Pilar todos los secretos de un cultivo que llegó a la zona como un milagro en los años cincuenta del pasado siglo. En efecto, en 1954, los hermanos Gil Merino, llamados “Los Conos”, se convirtieron en los primeros cultivadores de champiñón desde una bodeguilla de vino de su propiedad. Hablan de que llegaron a cultivar champiñón debajo de la cama. En todo caso, nos cuentan que el primer bote de micelio que llegó al pueblo costó unas 40 pesetas, permitió sembrar una superficie de cuatro metros cuadrados, y generó un beneficio de 400 pesetas, “bastante más rendimiento del actual”, nos dice Pilar mientras recorremos los “caños” o calados de Carmelo en los que asistimos al milagro del nacimiento del champiñón y también de setas como la de ostra o asiáticas como la shiitake.
El Centro es un magnífico espacio didáctico y audiovisual ideal para la visita de curiosos y aficionados al mundo de los hongos cultivados, pero también para el público infantil. En todo caso, lo mejor es complementar la visita con la recolección y cata en crudo del producto recogido (“girando para no arrancar micelio”) en los cultivos tradicion
ales de caño, estructuras creadas en los ochenta imitando cuevas naturales, para comprobar el maravilloso proceso, artesanal y manual en nuestro caso, que se desarrolla durante unos 35 días, descubrir los secretos del compost donde se inocula el micelio y que el champiñón es perfecto para entender el umami, el quinto sabor, o encontrar el recuerdo a nuez y otros frutos secos que tenemos cuando nos lo llevamos a la boca. El champiñón, producto versátil y saludable, es, como corresponde, el ingrediente esencial en la gastronomía local, y un día de fungiturismo puede acabar perfectamente disfrutando de un menú temático en alguno de los restaurantes de Pradejón. “Hasta se integra en algún postre -nos cuenta Pilar- acompañado por una crema de chocolate o de naranja. Y en las pastelerías locales son un éxito las que llamamos champigalletas”.
CENTRO DE FUNGITURISMO
Calle Carretera, 45. 26510. Pradejón. La Rioja. Tfno. 941 14 14 34. fungiturismo.com
ACEITES HEJUL
Calidad de los Aoves riojanos en Galilea
En Galilea, zona tradicional olivarera en La Rioja, Julio Fernández (debajo) decidió 
hacer evolucionar el cultivo de olivos al que se dedicaba su familia para ocuparse del proceso completo de obtención del aceite. Hoy está al frente de la primera almazara privada de la región, con el apoyo de sus hijos, Héctor y Rodrigo, y de la responsable del trujal, Marta Ridruejo, casi tres lustros al pie del cañón. “Empecé -nos dice Julio- con una nave de 350 metros cuadrados y maquinaria para una producción pequeña, apenas con un par de pequeños depósitos. Poco a poco empezamos a aumentar la producción. Hoy cuenta con 24 hectáreas de olivar propio, distribuidas por las faldas del valle de Ocón. De una de las fincas, llamada La Posada, procede su aceite premium Coupage, a base de las variedades autóctonas Redondilla, Royuela o Arróniz y Machón, un aceite único. Aunque también han recibido una excelente acogida sus monovarietales, procedentes de otras fincas, de Arbequina y Picual, éste último de fuerte personalidad. Asegura Fernández que en La Rioja son muy importantes los marcos de plantación, “pues no conviene que haya sombra porque aquí hay muchas menos horas de sol que en Andalucía. Pero hasta los técnicos andaluces han sabido valorar la calidad de nuestras fincas”. En plena preocupación por la subida d
e precios del aceite, derivada de la escasez, y, por ello, de cierta tendencia del consumidor a acaparar producto, Hejul mantiene su apuesta por la distribución en pequeños establecimientos y la venta tanto en el propio trujal como online. No obstante, Julio Fernández asegura que “vendemos no solo en La Rioja, sino en el País Vasco, algo en Madrid y también en Francia, Alemania o Chequia. La exportación supone en torno al 5 por 100 de nuestro negocio. No nos podemos quejar de cómo estamos funcionando”. Como la empresa dispone de un registro polivalente, también comercializan con éxito otros productos relacionados, “como un buen vinagre, una sal de vino o la miel de un apicultor de la zona; yo quiero que todo lo que salga de Hejul sea realmente bueno, y que el cliente pague por esta calidad. El año pasado tuvimos visitas procedentes de 18 países”.
ACEITES HEJUL
Carretera s/n 26144. Galilea. La Rioja. Tfno. 677 56 34 35. aceitehejul.com
PRETIUM
Berta Valgañón y los nuevos vinos de Rioja
Tim Atkin la puso es el abarrotado mapa del mundo del vino en La Rioja, pues descubrió unos vinos
llenos de alma. Se llama Berta Valgañón (a la derecha), un nombre que cada vez dará más que hablar. Desde sus dos viñedos centenarios de la zona de Villaseca, a los pies de los montes Oberenes, corazón de la Rioja Alta, y de otros que ha plantado recientemente con un jardín de variedades, hasta un total de 10 hectáreas, han surgido vinos ecológicos que han despertado mucho interés. Los podemos encontrar en su pequeña e hiperactiva bodega rehabilitada de la zona de las bodegas-cueva de Cuzcurrita de Río Tirón, que alberga un calado único, cuyos orígenes son anteriores al siglo XIV. Aunque buscó otros horizontes profesionales y a pesar de las reticencias de su padre, la pasión agraria y vitivinícola la hizo volver a la tierra y poner en marcha el proyecto de Pretium (“quizá una forma de reivindicar nuestra relación calidad-precio”) en 2016, “con tres barricas y siete depósitos, por lo que ahora voy por la séptima vendimia. Nuestros primeros vinos fueron un blanco y un tinto procedentes de las viñas viejas. Y ahora estamos ya en 17.000 botellas y un poco desbordados, pero el calado es perfecto, con su microclima, para envejecer nuestros vinos de forma natural”.
Los vinos más valorados por el prestigioso crítico británico no han sido los procedentes de los viñedos centenarios sino los de las viñas jóvenes “acaso -nos dice Berta- porque son muy especiales y 
llevan un gran trabajo de elaboración detrás, porque soy muy metódica y exigente, desde el campo hasta el calado”. Por eso, para los primeros conservará la marca Pretium Viñedos Centenarios mientras para los otros ha creado Berta Valgañón Viñedos y Vinos, personalizando todo este trabajo. En todo caso, fue su Pretium Región Uno el que obtuvo 94 puntos. “Rioja es un transatlántico -asegura- pero el consumo de vino está cambiando y gusta conocer a quién lo produce. A partir de ahí, hay que hacer algo especial para dar que hablar. Pero yo solo elaboro seis vinos y no quiero hacer mucho más, porque responden a lo que dan mis viñas”. Son vinos que se destinan por ahora en más del 80 por 100 a la exportación, a países como Canadá, Venezuela, Estados Unidos, Irlanda o Dinamarca, aunque comienzan a sorprender también en los buenos restaurantes de la región. “Para Rioja -nos dice Berta- soy una productora de corte moderno pero entre los frikis soy clásica. Creo que unos cuantos estamos cambiando el perfil de los vinos de la tierra”.
PRETIUM BODEGA BERTA VALGAÑÓN
Calle Cuevas, 34. 26214. Cuzcurrita de Río Tirón. La Rioja. Tfno. 630 59 11 59. pretiumbodega.com
SARA DE LA OSA
Última ganadera de ovino en la Sierra de Cameros
A sus apenas 36 años y con tres hijos (uno de ellos, Eloy, en la imagen junto a su madre, disp
uesto a seguir el oficio), Sara de la Osa, cabeza visible de Ganados Campastros, es la última ganadera de ovino en la Sierra de Cameros, donde antes abundaban los rebaños. Por eso dice que se siente responsable pero a la vez está cansada de pelear contra la carestía de las materias primas necesarias para su oficio y contra los ataques de los lobos a sus ovejas sin que pùeda dar ninguna respuesta. De formación como psicóloga y tras ejercer diferentes trabajos en Logroño, se dio cuenta de que la vida rural era la mejor alternativa para los suyos y apostó por hacer crecer el rebaño de su familia política y dedicarse a la ganadería extensiva en ese paisaje único, por encima de los 1.000 metros de altitud. Hoy cuida de unas 900 ovejas entre churras y merinas, con algún añadido de otros orígenes, “intentando, en la medida de los posible que el ganado esté la mayor parte del tiempo fuera de la nave, aunque cuando cae la noche o aparece la niebla, hay que protegerlas de los ataques del lobo, a pesar de que hemos aumentado mucho el número de perros que pastorean con ellas. Es un tema que me está quitando el sueño, porque además los animales se estresan, lo que afecta a la calidad de la carne que producen. Por eso, cuando me hablan de bienestar animal, a veces me enciendo y, por si algo faltara, el campo sigue estando seco y los pastos escasean. Por eso, a veces no quiero que Eloy se siga dedicando 
a esto”.
Sara asegura que les ayudaría que en el mercado hubiera una distincíón, a través del sello correspondiente, de las carnes que proceden de animales en ganadería extensiva de las demás, “porque tenemos una problemática totalmente diferente y los precios también deberían serlo para compensar el esfuerzo extra que hacemos. Igual que si podemos distinguir un tomate de producción ecológica de otro de producción convencional, que sepamos que el cordero que vas a comer está contibuyendo a la defensa del territorio y del medio ambiente”. Los cortes de cordero, básicamente lechal, de Ganados Campastros, se pueden adquirir casi en exclusiva en una carnicería de Ortigosa de Cameros, cuyo propietario lo distribuye a su vez a Logroño y otras localidades cercanas. Porque la producción es limitada, unos 1.000 corderos al año, lo que impide extender el radio de acción. “Es un producto de verdad, con origen y cercanía, una carne diferente, perfecta para disfrutar en el día a día, no solo en celebraciones y comidas de amigos”.
GANADOS CAMPASTROS
Antonio Merino, 31. 26124. Nieva de Cameros. La Rioja. Tfno. 626 06 54 61.
HUERTA DE TORMANTOS
Conservas respetuosas en el valle del Tirón
Quizá como recuerdo de sus lejanos tiempos en el Seminario, Javier Lafuente (a la derecha), es un
apóstol de la agricultura comprometida y respetuosa con la tierra. Propietario de las Conservas Huerta de Tormantos, practica con el ejemplo en sus fincas de pimientos y tomates en estos suelos fértiles situadas en el valle del Río Tirón, aunque limitadas por las consecuencias de la presa de Leiva. Productor ecológico y regenerativo de larga trayectoria en toda la comarca, sus conservas son artesanales y sostenibles, beneficiadas además, porque en el caso de siete variedades de pimientos, del najerano al piquillo; puerros y diversos tomates, realizan el sistema de producción de manera integral. “Tenemos distintas fincas pequeñas en zonas muy parceladas. En pimientos, unas 18 hectáreas y una hectárea para tomate de ensalada, lo que nosotros llamamos tomata. La filosofía nuestra es hacer lo que no hacen los demás. Por ejemplo. el melocotón, que no lo producimos, lo pelamos a mano para la conserva. Y las alcachofas proceden de Alfaro. Las compramos por cantidades no por peso, pues buscamos tamaños determinados para que los distintos formatos de conserva sean realmente óptimos”. Muy pedagógico con respecto a las exigencias del cultivo ecológico de determinados productos, asegura que juega con las cubiertas verdes a la hora de plantar y reduciendo la labranza al mínimo. Recurre a un compost orgánico certificado y también es clave recuperar los residuos. Nada menos que 37 años después de poner en marcha la empresa, afirma Lafuente que tienen “un buen mercado en el Pa
ís Vasco, por ejemplo en restaurantes y sociedades gastronómicas, pero el 75 por 100 de nuestras ventas de conservas son de proximidad, porque siempre ha funcionado el boca a boca. Por eso, somos la primera conservera de la zona, hemos ido creciendo a pesar de que hemos buscado pasar desapercibidos. Todo esto funciona a base de fe”. Lamenta, no obstante, “el problemón” de que la productividad del personal ha bajado un 40 por 100, y reconoce las dificultades del relevo generacional, también en su caso. “Lo peor es que los fondos de inversión amenazan con aprovechar la situación para convertirse en productores, explotar una zona determinada y esquilmarla”.
CONSERVAS HUERTA DE TORMANTOS
Calle Camino de Valle, 14. 26213. Tormantos. La Rioja. Tfno. 941 32 76 30. huertadetormantos.es.
