logo-origen.jpg
Buscar
Cerrar este cuadro de búsqueda.

Sota de Copas: Castilla es ancha, blanca y tinta

Icono tradicional y con merecida cátedra en la picaresca clásica española, la sota es provocadora: Siempre con una copa en la mano. ¿Vacía o llena? Imposible saber, pues es parte del juego. Esta figura, que es un 10 –en todos los sentidos- seguirá sonriendo con la ambigüedad de la Monalisa mientras nosotros hablamos de vinos… Si en las cartas es la mano quien habla primero, en Castilla ahora hablan sus vinos…

Texto: Javier Fernández Piera

Verdejo, Bodegas Valdubón,  D.O.Rueda

100% Verdejo

Fermentación en depósito de acero inoxidable y en barrica

Como un niño con zapatos nuevos. Unos castellanos para ser más concretos, que son clásicos y de corte francés, con detalles como la solapa corta, fino antifaz; una magnífica materia prima y muy artesanal. Así está la joven pero gran bodega de Ribera del Duero –que ha hecho joyas para el vino español como el Honoris- y que ahora produce Verdejo de la vecina Rueda. Quien diga zapatero a tus zapatos está metiéndose en camisa de once varas, porque si algo saben estos señores es hacer vino, o mejor dicho, buen vino. De enoturismo por La Seca, Olmedo y Ventosa, para seleccionar las mejores “tortas” ¡A falta de pan!, y por San Mateo, todo en marcha para elaborar marcando tendencia con el corte francés y algo de estilo americano, que a nadie le amarga un dulce. Y como poco a poco se llega antes, se afina, se lima y se consigue que el vino sea de los más persistentes en sabores y más agradables en el recuerdo. Y con este vino, pan y cebolla.

Pago Negralada, Abadía Retuerta, V.T. Castilla y León

100% Tempranillo

18 meses en barrica de roble francés

 

Nobleza obliga. Los castillos de estas tierras son historia del reino, de luchas, de conquistas, de dolor y de gloria. De tal tierra, tal cepa, y de tal cepa, tal vino. Una oda al terruño, al respeto a la tradición y a la consagración del trabajo monacal Ora et Labora. Mucho sabían el abad de Retuerta y los suyos de cultura, de historia, de ciencia y de las artes que han permitido mantener un legado tan auténtico. Con este vino no hace falta pan para hacer el camino. Lo difícil es armarse de valor tanto tiempo después, pero quien no se aventura no pasa la mar. Ayudan la Tempranillo como estandarte y la experiencia consolidada de un equipo entusiasta que ha sabido interpretar un viñedo histórico. Juntos han marcado uno de los estilos más elegantes del panorama enológico nacional. Serio, digno, de buenísima facha y muy señor. Como buen añejo, rejuvenece al anciano, al rey hace príncipe y al príncipe infante. Quien fuera rey de este pago, ¡mina –terruño- de oro!

Colorado, Bodega Javier Sanz, V.T. Castilla y León

100% Tinta única

10 meses en barrica.

 

Quien a buen árbol se arrima, buena sombra le cobija. Y sí, La Seca, en Rueda, no tiene muchos árboles, pero a la sombra de unas viñas al final de una parcela, sucedió el milagro, que a quien madruga… Unas uvas tintas que aún no han sido clasificadas; de las pocas subespecies sin nombre en latín, y por eso el nombre moderno del color que viste y calza: Colorado (España). Aun

que a buen vino no hay mal bebedor, hay más razones que refranes para decidirse por Colorado. Vale la pena ponerse colorado una vez… y otra y otra y cien más (miles no, que no hay). Un supervino, pura kryptonita, que Supermán no descubrió por quedarse en Nueva York, lo cual el sector y el viticultor, Javier Sanz, le superagradecemos. Estamos ante el eslabón perdido de la cadena de vitis vinífera; un vino que es un caso extraordinario y que, para regocijo de todos, ha enseñado la patita en el momento más iluminado del vino español. Su color también por el amanecer prometedor que representa que ahora la ocasión la pintan colorá.

 

La sombra de los vinos de Castilla es alargada. Éstos, además, perduran en el recuerdo y resucitan peregrinos. Son expresión del terruño y el producto de unos campos que igual inspiran a poetas y a enólogos que saben sacar del frío invierno y del tórrido verano unas gotas, lágrimas, de genialidad para empapar el viaje, para acompañar su cocina recia y para caminar desde la ventana. Caminante no hay camino y, aunque el vino, cuando es bueno, no ha menester pregonero; sirvan estos tres reclamos, de consejo cosechero. Moderación y  buena compañía. En la mesa mejor, y si aguantan en la mesa de juego ¡mejor aún! Sólo una advertencia, hay muy pocas botellas de cada uno, y la sota ya ha llenado su copa…

ORIGEN, la revista

Acceso Biblioteca Origen Digital

Scroll al inicio