Madrid vive una auténtica revolución gastronómica en materia de hamburguesas, algo que supone un auténtico reto para quien abre un nuevo negocio. Pero en el caso de AviBurger (San Bernardo, 97) son ya casi siete años los que avalan la experiencia de una empresa con sede en Caracas que ha conseguido en este tiempo abrir ya su decimoquinto restaurante en todo el mundo y tiene planes de seguir expandiéndose a nivel internacional.
En pleno centro de la capital, este nuevo restaurante supone una firme apuesta de la casa matriz por un espacio con diseño de vanguardia y productos naturales y frescos para cuya selección han tardado más de un año hasta obtener exactamente lo que buscaban. En este proceso han dado con buenos proveedores en nuestro país, algunos ya consolidados y otros nuevos descubrimientos, como los panes de brioche de masa madre de Darío Marcos, fundador de Panadarío y ganador de la Miga de Oro 2017 al mejor panadero de Madrid, o los postres 100% artesanos de Sweet 36. AviBurger elabora quince tipos de hamburguesas, la mayoría con nombres relacionados con la montaña Ávila, que rodea la ciudad de Caracas y da nombre a la central venezolana. Aunque en este nuevo restaurante de Madrid también se incluyen algunas creaciones propias como Picos de Europa (con salsa de queso cabrales, bacon, arándanos y rúcula) o Pirineos (champiñones salteados trufados, queso de cabra y rúcula). A estos se pueden añadir cualquiera de los doce extras (pico de gallo, aguacate, jalapeños, huevo frito, etc.) o una de sus cinco salsas. También sirven dos hamburguesas de pollo y dos opciones para los más pequeños. Entre las entradas, además de los clásicos, incluyen arepitas con queso o tequeños. Ninguno de los productos que se preparan aquí son congelados y todo se elabora al momento, lo que posiciona en un estatus más elevado la categoría de su carta.
Una marca fuerte que se expande
Los inicios de esta aventura comenzaron como un hobby de tres amigos, Carolina Fuentes, Jorge Arredondo y Daniel Matos, en 2008 con Ávila Grill, un pequeño rincón dentro del hotel Ávila, a las faldas del cerro, donde servían hamburguesas. Tal fue el éxito que el 18 de enero de 2011, abrieron el primer local Ávila Burger en el centro de la ciudad junto con otros socios. Desde entonces solo cosecharon éxitos y buen reconocimiento, gracias también al apoyo de nuevos socios que favorecieron su emprendimiento, lo que les llevó a abrir en Panamá el primer restaurante fuera de sus fronteras y, ahora, el primero en Europa. El de Madrid se ha convertido, desde antes de su apertura, en la marca global que tomarán las futuras aperturas como referencia, pues su actual posicionamiento Premium se desmarca sutilmente de los anteriores. A causa de la homonimia que suponía el nombre “Ávila” con la provincia española, decidieron llamar al nuevo restaurante de Madrid AviBurger, lo que ha servido para consolidarlo como nombre para todos los restaurantes internacionales. En la actualidad son quince los restaurantes del grupo, cuatro en propiedad y el resto vinculados a socios locales, como Tomás Voulgaridis para el caso de Madrid.
Salud y emprendimiento como estilo de vida
Los socios fundadores son unos acérrimos defensores del deporte y el estilo de vida saludable. La elección del nombre de los restaurantes no fue casual, pues solían subir a la montaña Ávila para correr o hacer senderismo. Esa pasión por el deporte la han sabido transmitir a sus equipos y a la responsabilidad social corporativa con la que pretenden aportar un valor añadido a la marca. Desde el patrocinio de carreras hasta apoyo y animación en puntos de avituallamiento, la compañía ha querido ser algo más que una cadena de restaurantes, creando una amplia comunidad de “avilovers” a través de las iniciativas “avirunners” (para corredores) o “aviyaso” (colaboración en Venezuela con la fundación Doctor Yaso, que llevan payasos a hospitales), entre otras. Un espíritu solidario que continuará en Madrid, apoyando y asociándose a futuros proyectos.
Un local de diseño vanguardista
El restaurante AviBurger cuenta con 187 m2divididos en dos plantas. Para el interiorismo, a cargo de Eugenia Hernández, se buscó crear una imagen más fresca y cosmopolita, para ser el referente en futuras aperturas en nuestro país y en otros mercados. Hernández se inspiró en los patios de interior, lo que se tradujo en incorporar al diseño varios elementos como un árbol en la entrada, numerosas macetas con plantas repartidas por el local, bombillas colgadas de cuerdas, imitando la estética de terrazas y pueblos, lámparas de mimbre o ladrillos pintados de blanco, que simulan las fachadas exteriores. Los colores predominantes, el blanco y el negro, son también marca de la casa, aunque la disposición de los azulejos a rayas, con los que rompe la profundidad del local, evoca a lugares de Nueva York, cuna de las hamburguesas y referente en numerosos diseños de vanguardia.