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Cinco ideas prácticas para empezar el año comiendo fresas

Todo buen comienzo de año que se precie lleva aparejado una lista de buenos propósitos con los que depurar el poso de mala conciencia que hemos ido acumulando durante el año anterior. Dejar de fumar, aprender un idioma, practicar ejercicio y comer mejor son los más comunes, pero en el ideario personal de cada uno hay otros muchos retos con los que mejorar el cambio de dígito.

Desde la campaña Fresas de Europa también se han propuesto que los ciudadanos incorporen esta fruta a su dieta habitual, ya que las fresas están disponibles todo el año en las fruterías y lineales de los supermercados. La versatilidad de esta colorida fruta y su facilidad a la hora de cocinarla, así como sus matices de sabor, hacen que las fresas sean el complemento ideal en una dieta equilibrada. Pese a sus múltiples combinaciones, la fresa es de los pocos alimentos que conserva su naturalidad y mantiene intactas todas sus propiedades nutricionales cuando se utiliza como ingrediente para recetas. Fuente natural de vitaminas y rica en nutrientes, en su composición encontramos mayoritariamente agua, seguida de hidratos de carbono (fructosa, glucosa y xilitol) y fibra.

Tanto si eres de los que ya se han dejado atrapar por la atracción de esta fruta o si tienes en tus planes empezar a coquetear con ella, toma nota de estas prácticas ideas para consumirla.

  1. Zumos y batidos: los licuados son una estupenda alternativa para ingerir fruta conservando intactas todas sus propiedades y sabor. Existen multitud de opciones y variedades en función de los gustos, tanto de sabor como de textura, y son un alimento idóneo para cualquier momento del día y en cualquier época del año.
  2. Postres: la fresa es la fruta festiva por antonomasia y es que esto fruto se ha asociado tradicionalmente a momentos de placer, de relax o de celebración, o lo que es lo mismo, a los postres. Por su color, textura y sabor, la fresa es a los postres lo que la harina al pan. No hay fruta que combine mejor en un postre como la fresa y no hay tarta que se precie que no esté coronada o preparada con este ingrediente.

       3. Platos salados: pese a que tradicionalmente asociamos la fresa con platos dulces, es cierto que esta fruta aporta excelentes matices de sabor y suaves contrastes a platos de preparación salada, como carnes, pescados y ensaladas. Existen multitud de recetas y sólo tienes que dejar aparcados tus convencionalismos culinarios y atreverte a experimentar con sabores, hasta ahora, inexplorados.

        4. Confituras y mermeladas: comenzar el día comiendo fruta es esencial para afrontar el día con energía y las mermeladas son una excelente opción para prolongar la vida de aquellas piezas que están demasiado maduras o cuando disponemos de muchas unidades que no vamos a tener tiempo de consumir.

  1. Fresas al natural: para desayunar, como postre, para la merienda o para la cena. Da igual el momento del día en el que nos encontremos, la fresa es una fruta que sabe bien a cualquier hora del día y en cualquier situación. Si no quieres cocinarla, consumirla al natural es la mejor opción para apreciar todo su sabor.

 

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