Más del 44% de los niños de entre 6 y 9 años tiene sobrepeso. Se recomienda priorizar el consumo de cereales y derivados integrales con un alto contenido en fibra dietética y ajustar su consumo según el grado de actividad física. Diversos estudios avalan el consumo de pan y cereales entre la población infantil debido a sus numerosos beneficios nutricionales.
La obesidad infantil es uno de los problemas de salud pública más grave del siglo XXI y en los últimos años está aumentando de manera considerable. Según los datos que aporta un informe de 2015 de la Organización Mundial de la Salud (OMS) referentes a esta cuestión, más del 44% de los niños de entre 6 y 9 años tiene sobrepeso, es decir, prácticamente uno de cada dos menores españoles en edad escolar pesa más de lo que debería.
Una de las causas principales sería la carencia de nutrientes considerados básicos en una dieta sana y equilibrada, lo que se refleja en una alimentación en la que prevalecen las grasas, proteínas y con altos déficits de hidratos de carbono, fibra y vitaminas. Esto junto con la falta de ejercicio físico, serían dos de los motivos principales que provocan la obesidad infantil. Además, niños, niñas y adolescentes pasan muchas horas fuera de casa y tienen mayor accesibilidad y mayor tendencia a tentempiés, casi siempre hipercalóricos, y en muchos casos hacen una mala distribución del consumo energético total.
“Seguir las recomendaciones de la pirámide nutricional es un buen método para crear buenas pautas alimentarias entre los más pequeños. En este sentido, la base de la pirámide prioriza la práctica de ejercicio físico y en el segundo nivel se le da mucha importancia a los cereales de grano completo y productos derivados como el pan”, afirma la Dra. Mª Dolores del Castillo, investigadora científica del CSIC.
Tanto es así que en un estudio realizado por el Departamento de Nutrición de la Facultad de Farmacia de la Universidad Complutense de Madrid manifiesta que los niños que consumen más pan presentan un menor porcentaje de sobrepeso y obesidad, una ingesta más adecuada de nutrientes, tienen dietas más equilibradas, poseen un menor Índice de Masa Corporal y registran mejores indicadores de riesgo cardiovascular que los que comen menos.
«El pan es rico en nutrientes siendo su principal componente el almidón, hidrato de carbono complejo que deber ser transformados en azúcares sencillos para ser asimilado, que constituye uno de los componentes fundamentales de la dieta del hombre, además aporta una buena cantidad de proteínas de origen vegetal y apenas contiene grasa. De hecho, 100 g de pan integral aportan 232 kcal, sólo 3 g de grasa, 7 g de proteínas, 40,7 g de hidratos de carbono, de los cuáles un porcentaje es fibra dietética, y un índice glucémico de 40 por lo que es un alimento idóneo para complementar la gran actividad física que desarrollan los niños y adolescentes españoles», comenta la doctora.
También cabe destacar su alto contenido en fibra ya que las recomendaciones dicen que lo más adecuado es ingerir entre 25 y 30 g al día.
Los colegios deben ayudar a promover una alimentación saludable
Con “la vuelta al cole”, se ha de prestar especial atención a lo que comen los niños ya que es más difícil controlar si se están alimentando de manera adecuada. Por ello, es necesario concienciar a la comunidad educativa y difundir programas que promuevan hábitos saludables desde edades tempranas.
Los colegios deben incentivar la práctica de ejercicio físico e incluir programas educativos orientados a la mejora de la dieta, la actividad física y la disminución del sedentarismo.
Por otro lado, la ingesta alimentaria en la escuela debe ser saludable, incluyendo variedad de frutas y verduras y cereales, creando un entorno dietético saludable, disminuyendo la accesibilidad a alimentos de elevado contenido calórico y apostando por otros con valores nutricionales adecuados, como es el caso del clásico bocadillo.