Los chefs Pepe Roch y Carlos Moreno incorporan a la carta de Café Comercial (Glorieta de Bilbao, 7. Madrid) nuevas elaboraciones con el sabor y el sello 100% madrileño destacando los clásicos de la casa que no pueden faltar. Las recetas más castizas, adaptadas al público cosmopolita del restaurante, protagonizan estas nuevas incorporaciones inspiradas en los platos más icónicos de la capital.
Desde su reapertura en 2017, el Café Comercial se ha posicionado como un punto de encuentro para los madrileños y una visita obligada para aquellos que viajan a la capital. La decoración de sus espacios y la propuesta gastronómica del chef y socio gastronómico, Pepe Roch, que, apuesta por el regreso a los sabores más castizos con especial protagonismo al producto local, se han adaptado al público cosmopolita y moderno del barrio de Malasaña sin perder su espíritu original. Tras este inusual año, el Café Comercial rinde homenaje a Madrid con la incorporación de platos inspirados en el recetario madrileño y el recuerdo de los locales más clásicos de la capital.
Reciente incorporación del chef Carlos Moreno
Todos los rincones que forman el Café Comercial son especiales e irradian personalidad, como también ocurre con la propuesta culinaria que se ha visto especialmente ensalzada tras la reciente incorporación del chef Carlos Moreno al equipo de cocina. Moreno, que se declara un apasionado del recetario tradicional , ha añadido a la carta platos caseros y deliciosos para disfrutar tanto en comidas como en cenas. Entre ellos, destacan las carrilleras ibéricas en pepitoria o los calamares en su tinta, para muchos, los mejores de la capital. También, entre las novedades, encontramos propuestas como la oreja a la madrileña, las patatas alioli acompañadas de carabineros y gambas, o el salpicón de pulpo con langostinos atigrados, guiños a los sabores de siempre con el sello de Carlos Moreno. Asimismo, no podemos olvidar los platos que han convertido al Café Comercial en un restaurante que invita al disfrute gastronómico como el icónico solomillo Wellington al estilo clásico, los arroces o la chuleta de vaca madurada.
Por otro lado, desde que volvió a abrir sus puertas hace cuatro años, la Barra del Comercial se ha posicionado como lugar perfecto para disfrutar de un vermú de grifo artesano de los Arlini y acompañarlo de aperitivos de toda la vida como los mejillones tigre, huevos rellenos, la ensaladilla clásica o las espectaculares bravas con ali-oli de madroño. Siguiendo con los guiños a la capital, la carta de barra ofrece el bocado más demandado por turistas y madrileños: el bocata de calamares.
Además de la barra, la sala y la primera planta, la terraza del restaurante es uno de los lugares más codiciados del centro. Y es que tener la oportunidad de sentarse en la Glorieta de Bilbao y ser testigo del bullicio primaveral madrileño no tiene precio. En el Café Comercial es posible disfrutar de una comida o cena y dedicarse al arte de la contemplación mientras se disfruta de platos tan nuestros gracias su emplazamiento único con el aire parisino de su terraza.
El fin de semana es sinónimo de brunch
Los fines de semana hay plan asegurado con el brunch del Café Comercial. Inspirado en la tradición inglesa, el Café Comercial ofrece los sábados y domingos este desayuno tardío para acabar la semana por todo lo alto. La experiencia comienza con una selección de bollería francesa y continúa con una serie de platos a elegir en los que el huevo es el ingrediente rey, como los imprescindibles Benedictine, servidos con salmón y aguacate pasado por la parrilla.
Este festival de fin de semana no termina aquí, el fin de fiesta viene en forma de uno de los platos principales como la burrata con tomate ibérico, los pancakes con fresas y helado de manzana, y cheeseburger con cheddar y jugoso pan brioche. Todo ello acompañado de café, té o chocolate y zumo de naranja natural.
