Kaitxo es una empresa familiar de Balmaseda (Bizkaia) que lidera la creación de ediciones limitadas y micro lotes en el mundo del chocolate bean to bar. Una muestra del auge de los chocolates exclusivos y artesanales.
El sector del chocolate vive una revolución marcada por la creciente demanda de productos exclusivos y artesanales. Las ediciones limitadas y los lotes pequeños se han convertido en una tendencia clave, impulsando a marcas como Kaitxo, referente en chocolates bean to bar y cafés de especialidad, a explorar nuevas fronteras de creatividad y calidad.
En un mercado cada vez más exigente, los consumidores buscan experiencias únicas y auténticas. Los chocolates elaborados en lotes pequeños permiten a los artesanos experimentar con orígenes de cacao singulares, ingredientes poco convencionales y procesos de elaboración que realzan el carácter de cada tableta. Esta apuesta por la exclusividad no solo responde a una demanda gourmet, sino que también fomenta la sostenibilidad y la transparencia, valores fundamentales para el consumidor actual.
Kaitxo, la marca de Balmaseda reconocida por su compromiso con el bean to bar y los cafés de especialidad, se sitúa a la vanguardia de esta tendencia. Su filosofía se basa en la selección cuidadosa de cacaos de origen, la elaboración en pequeños lotes y la búsqueda constante de sabores sorprendentes.
Para Raquel González, cofundadora de Kaitxo; “Trabajar en ediciones limitadas y colecciones especiales nos permite experimentar, arriesgar y ofrecer chocolates realmente únicos. Cada lote cuenta una historia y refleja el esfuerzo de todo el equipo, desde el origen del cacao hasta la tableta final.”
La marca ha lanzado recientemente colecciones exclusivas y ediciones limitadas que han captado la atención de los amantes del chocolate, con combinaciones que van desde cacaos raros de fincas concretas hasta inclusiones inesperadas como chocolates blancos o ediciones limitadas como la de la tableta de Moka y Nibs.
El auge de los lotes pequeños no solo aporta valor gastronómico, sino que también fortalece el vínculo entre productor y consumidor. Según González, “nuestros clientes buscan algo más que un chocolate: quieren saber de dónde viene, quién lo ha elaborado y qué lo hace especial. En Kaitxo, cada edición limitada es una invitación a descubrir y disfrutar de esa historia.”
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