Desde hace unos años ya no usan herbicidas ni pesticidas. Su filosofía es usar plantas que cuidan plantas en forma de maceraciones hidro-alcohólicas de ajo, de ortigas o aceites esenciales, evitando de este modo las posibles plagas. Al mismo tiempo y aprovechando las condiciones meteorológicas que ofrece la zona de Monterrei, los tratamientos fitosanitarios se reducen al uso de cobre y de azufre, se fomentan los microorganismos en los suelos para conseguir bacterias naturales en la viña, sin tener que usar tratamientos químicos que puedan alterar el ciclo de la vid y en consecuencia de su fruto y del posterior vino.
De este modo consiguen un producto final de alta calidad que refleja todo el carácter de la tierra, ayuda a conservar el patrimonio natural y da satisfacción a los consumidores.
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