La escudella del chef Jordi Vilà se prepara a la manera tradicional catalana, bajo el principio de cocción lenta y la búsqueda de un caldo sabroso y profundo. Los ingredientes de la escudella son la clave que le otorgan ese perfil distinto respecto a otras variedades de caldos tradicionales. Este carácter está marcado por el uso de carnes de cerdo y pollo, así como una gran variedad de embutidos, como la butifarra.
Si hay un plato que conecta con la raíz y la riqueza de la gastronomía catalana, esa es la escudella, una de las sopas documentadas más antiguas de Europa y uno de los grandes clásicos de esta cocina. El chef Jordi Vilà, desde el restaurante Alkimia en Barcelona, galardonado con una estrella Michelin, prepara la suya a la forma tradicional: «En nuestra cocina, la tradición tiene un papel fundamental, pero no como un concepto rígido o estático, sino como la base sobre la que construimos y como fuente de inspiración. Es lo que nos conecta con nuestras raíces y nos recuerda la riqueza de nuestra cultura culinaria. Es una forma de honrar a quienes nos precedieron acercando esos sabores y técnicas a un público contemporáneo y, en este sentido, la tradición se convierte en una herramienta para la creatividad y un espacio para la innovación”, reflexiona Jordi acerca de la importancia de mantener viva la tradición gastronómica de un lugar.
Petramora acerca la escudella tradicional del chef a todo el territorio, en su afán de dar a conocer la cocina honesta, humilde y regional de las casas a todo aquel que se acerque a su mercado digital o a su pequeño colmado de la calle Barquillo, en Madrid. Un plato para 3 o 4 personas que estará listo en tan sólo 10 minutos.
Esta escudella se prepara bajo un principio de cocción lenta y la búsqueda de un caldo sabroso y profundo y poniendo en valor la singularidad de sus ingredientes, que la diferencian de otros caldos tradicionales. También se caracteriza por su formato en dos tiempos: “se sirve en dos platos, donde el primero incluye el caldo con los galets, y en el segundo se presentan las carnes y las verduras, que se acompañan con un toque de aceite y sal. También puede servirse todo en el mismo plato, al estilo de la escudella mezclada y comerse conjuntamente”, explica el chef.
Los ingredientes de la escudella otorgan ese perfil distinto respecto a otras variedades de caldos tradicionales. Este carácter está marcado por el uso de carnes de cerdo y pollo, así como una gran variedad de embutidos, como la butifarra. Estos ingredientes son esenciales para la elaboración del característico caldo y aportan ese sabor tan distintivo, profundo y sabroso. La pasta que se le añade, los galets, son también un clásico de la escudella que Jordi Vilà ha respetado fielmente.
Del mar a la sierra, la provincia de Huelva ofrece un infinito horizonte de posibilidades…
La pastelería artesana de la Comunidad de Madrid celebró su tradicional concurso de la «Mejor…
La formación agraria de los gerentes y la modernización de las explotaciones reducen hasta en…
La Denominación de Origen Utiel-Requena ha cerrado con una excelente acogida su iniciativa URbanitas del…
El evento, que se celebra en la capital belga en formato tanto presencial como online,…
¿Cómo fomentar el relevo generacional en el campo? El paulatino envejecimiento se ha convertido en…