Vivanco Brunes se elabora a partir de una selección de dos parcelas de viñedo propio y cultivo ecológico, Orizabal (variedad Tempranillo) y La Isla (variedad Maturana Tinta), caracterizadas por una personalidad única gracias a la diversidad de suelos y la influencia del clima atlántico. Además, en el proceso de elaboración no hay traza alguna de origen animal (por el proceso de clarificado), lo que convierte a Vivanco Brunes en un vino vegano.
El nombre de Brunes alude a la antigua denominación de Briones durante el medievo, término que consta en documentos del siglo VIII y que testimonia cómo las gentes del pueblo llano denominaban a la localidad. Las leyendas sobre brujas y demonios se recuerdan en la etiqueta gracias a un llamativo sacacorchos (y pisapapeles) en forma de diablo rojo, diseñado por el americano Gerald Youhanaie. Una pieza que se expone en la Sala 5 del Museo Vivanco de la Cultura del Vino, dentro de las 3.500 piezas que conforman una de las mayores colecciones de sacacorchos del mundo expuestas al público.
“No sabe la que es vida quien en ti no reposa, Rioja, de tan abierta,…
El restaurante Azul Mediterráneo se alza con el Pincho de Oro gracias a su creación…
El chef peruano Virgilio Martínez defiende en Discover Eat la experiencia gastronómica inmersiva, que implica…
A medios del siglo XIX comenzaron a utilizarse nombres bíblicos para definir el tamaño de…
Lírica y gastronomía se fusionan en las noches de los miércoles de Madrid, donde disfrutar…
El reconocido chef mallorquín Santi Taura (en la imagen), galardonado con una estrella Michelin y…