El vino español es uno de los grandes líderes mundiales en producción, comercialización, calidad y variedad. España forma parte del reducido grupo de países que marcan la tendencia en los mercados internacionales ya que, además de ser el país líder por superficie vitícola, con más de 930.000 hectáreas, ocupa el primer puesto en exportaciones por volumen y el tercero en valor.
Esa posición de liderazgo no es fruto del azar, sino de un compendio de factores cuyo eje principal resid
e en el esfuerzo diario de los miles de profesionales que conforman la extensa cadena de valor: producción, transformación, comercialización y distribución.
Esa excesiva atomización del sector hacía necesaria una herramienta que pudiera unificar el esfuerzo de cada una de las partes y que actuara en beneficio de todos. Así nace, en el año 2014, la Interprofesional del Vino de España (OIVE) una organización sin ánimo de lucro impulsada por las entidades representativas de la cadena de valor del sector vitivinícola español. Desde su nacimiento, OIVE asume un compromiso ineludible con todo el sector y, siempre guiada por lo establecido en el mecanismo de Extensión de Norma donde se recogen sus objetivos y la aportación económica obligatoria para dotar de presupuesto las acciones previstas.
Innovación, promoción e información sectorial
En estos diez años, las transformaciones del sector vitivinícola han sido evidentes, ma
rcadas principalmente por su apuesta clara por la calidad, su continua expansión en mercados internacionales y la apuesta por la sostenibilidad y la innovación. Por otra parte, en estos diez años también hemos asistido a importantes cambios en la cantidad y forma de consumir el vino, así como en los hábitos de compra.
Desde los años 80, el consumo en el mercado nacional fue descendiendo de forma continuada, pero desde el año 2019, asistimos a una recuperación constante, hasta que se alcanzó el máximo histórico en este siglo, en febrero de 2020, con 11,1 millones de hectolitros. Fue justo antes del inicio de la pandemia de la COVID-19, cuando el consumo cayó hasta alcanzar el mínimo histórico, con 8,8 millones de hectolitros. A partir de ahí se ha iniciado otro periodo marcado, de entrada, por una recuperación lenta pero sostenida. En este ámbito, el objetivo de las actuaciones de OIVE es recuperar el consumo de vino en España, que está en la mitad de hace 25 años. Para ello, promueve acciones y campañas de promoción.
A ello se suma la relevancia del sector en nuestro país que contribuye con 20.330 millones de euros al 1,9% al Producto Interior Bruto (PIB) español y genera cerca de 364.000 puestos de trabajo, lo que supone el 2% del em
pleo nacional.
Todas las Comunidades Autónomas, y más del 40% de los municipios españoles, albergan el cultivo de la vid, lo que convierte al sector vitivinícola en un baluarte contra la despoblación en el medio rural. Son datos que hoy conocemos gracias a la elaboración de los estudios regionales y nacionales que está realizando la Interprofesional desde el año 2021.
Mirando al futuro
Los vinos de España son seña de calidad en todos los países del mundo. Contamos con la mejor materia prima y el mejor producto de calidad para conquistar cualquier mercado del mundo y nuestra asignatura pendiente es la de valorizar nuestros vinos. De ahí que uno de los principales objetivos de la Interprofesional sea trabajar para incrementar el valor de nuestros vinos, dentro y fuera de España.
Ese es también un objetivo prioritario de la Estrategia del Sector Vitivinícola 2022-2027, 
una hoja de ruta, consensuada por el conjunto del sector, que refleja las necesidades y el camino que debe seguir para recuperar cuota de valor en los mercados internacionales. Para el desarrollo de estos objetivos es imprescindible el papel de la Interprofesional del Vino de España como herramienta al servicio del sector y para lograr que todos los agentes de la cadena estén alineados. De ahí que en el seno de OIVE se ha creado un grupo de trabajo que constituye el Comité de Seguimiento de Aplicación del Plan Estratégico.
Conociendo nuestro pasado y presente nos podemos adelantar y avanzar en los retos de futuro, pero para hacerlo necesitamos seguir unidos en el camino, bajo un mismo paraguas, que en este caso tiene un nombre: la Interprofesional del Vino de España.
