Por Roberto Quiñones
No sé en qué momento se revolucionó el sector, pero el caso es que en la categoría de snacks y más concretamente en la de patatas chips ha habido una auténtica transformación estética en los últimos años. Algo empezó a moverse cuando Vicente Vidal puso en el mercado su línea más gourmet: Marinas. El sector comenzó una senda de cambio hacia la creatividad que, años más tarde, ha desembocado en una auténtica explosión de diseños muy chulos -algunos muy locos- que han conquistado a los consumidores, especialmente al segmento de los millenials.
La cosa ha sucedido desde diferentes perspectivas y argumentos. Unos siendo exageradamente inmovilistas como Bonilla, que tras su aparición en la película coreana Parásitos (mayo de 2019) se convirtió en un auténtico e inesperado icono de los snacks. Otros poniendo en valor localismos como la marca murciana Pijo para encontrar una historia y unirla a una estética muy particular y construir así una genuina «familia» de productos.
El caso es que no deja de ser de lo más sorprendente que pequeñas marcas locales -algunas de nuevo cuño- han emergido de la nada y se han convertido en mainstream en tiempo récord. Y para ilustrarlo, traigo estos ejemplos. Como siempre digo: no están todos los que son, aunque sí son todos los que están.
Diez direcciones, en su mayoría bastante novedosas, que no solo llenan sus mesas a diario,…
Jóvenes cocineros de diversas regiones de España compiten por el Cocinero Revelación Gran Premio Balfegó…
Veuve Clicquot lanza el Puffy Holder, un estuche isotérmico de diseño elegante, ideal para mantener…
BrödMadrid ha ganado el premio ‘El Mejor Pan de Madrid’ en su octava edición, destacando…
Ministros y representantes de 31 países discuten la importancia del sector oleícola en Córdoba, respaldando…
Dehesa de los Llanos, una de las ganaderías ovinas más antiguas de España, celebra su…