Mismo barrio, diferente perspectiva: Can Bonet es un proyecto que nace durante el confinamiento. Esos meses despertaron a Esther Bonet y Pere Vendrell la esencia de sus raíces catalanas, el mar, la montaña, sabores, olores y texturas con las que crecieron, como el olor a brasa, a pan tostado o el azúcar caramelizado. “Las recetas de nuestras madres y abuelas nos ayudaron a pasar los días, y esto fue para nosotros como estar en casa” cuenta Esther.
Sa Brisa fue el primer proyecto que emprendieron Esther y Pere para trasladar lo mejor de la gastronomía y productos ibicencos a través elaboraciones que respetan el recetario tradicional, o nuevos platos que reflejan los sabores del mundo que más les gustan. Su hermano Can Bonet llega para situarse pared con pared y así ofrecer una propuesta gastronómica con toques catalanes que siempre se han visto reflejados en su gastronomía.
Homenaje a los productos de su tierra
Así, la carta se compone de unos primeros platos fríos, entre los que destacan la esqueixada de bacalao, tomate y aceitunas de Aragón; embutidos catalanes y los quesos de aquí y de allí con mermelada de melocotón. Entre los platos calientes pensados igual que los fríos para compartir, destaca el delicioso marisco fresco cocinado a la brasa como gamba blanca, mejillones de roca o navajas. Para los que busquen opciones más ligeras, Can Bonet propone vegetales al Josper con romescu; ensalada de tomate de temporada con ventresca de atún y cebolla morada, y ensalada de perdiz escabechada y brotes. Por supuesto, tampoco podía faltar en esta carta una sección dedicada par los arroces dispuesto para una persona, con elaboraciones como el arroz de conejo y caracoles, arroz con gambas alistadas y una fideuá rossejat de sepia y calamar. Y como platos principales, guiños al recetario catalán como el sapito a la brasa con ajitos, lomo de bacalao, garbanzos y sobrasada, la butifarra artesana de Cal Miquelet con alubias de Santa Pau, o el Blanco y negro de butifarra artesanas con escalibada. Sin duda, toda una declaración de intenciones como homenaje a sus madres y abuelas, los productos locales y materias primas de la tierra que vio crecer a Pere y Esther.
Para terminar la experiencia en este nuevo restaurante, Can Bonet ofrece postres caseros como milhojas de crema con frutos rojos o brazo de nata con cobertura de chocolate. Para disfrutar de esta gastronomía, Can Bonet ofrece un espacio frente al Retiro, como el local de Sa Brisa contiguo, que respira naturaleza y cultura mediterránea con detalles en madera, colores neutros y azules esmeraldas. Un local que invita a disfrutar de forma relajada de la gastronomía y la hospitalidad de la mano de Esther Bonet y Pere Vendrell.
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