Bodegas Contador lanza Predicador Blanco 2022

Bodega Contador presenta Predicador Blanco 2022 (27,30 euros), decimosexta edición de su blanco más joven, de la que se han elaborado 9.000 botellas. En esta ocasión, intervienen en la composición de Predicador Blanco las variedades Viura (52%), Malvasía (36%) y Garnacha blanca (12%), procedentes de cuatro parcelas de Contador (El Bombón, El Sauco, Sacramento y Montebuena) ubicadas en San Vicente de la Sonsierra. Predicador Blanco 2022 cuenta con 10 meses de crianza en barricas nueva de roble francés (30%) y barricas de un vino (70%).

Desde que Predicador Blanco se empezó a elaborar (en la añada 2007, la primera que se realizó en la actual bodega), “la tendencia es intentar conseguir cada añada un vino consistente pero muy fresco a la vez”, asegura Benjamín Romeo (enólogo y fundador de Bodega Contador). “Mi obsesión cada año es buscar ese frescor ya que conseguir vinos con esa característica, con el clima tan caliente, supone un gran esfuerzo: poda tardía, riego y adelanto de la vendimia. Con la añada 2022 lo hemos conseguido y espero que los consumidores lo disfruten. Si cumplimos con ese objetivo, nos damos por satisfechos”.

Comprometidos con el terruño

Como todos los vinos de Bodega Contador, Predicador Blanco 2022 es el resultado de un trabajo comprometido a largo plazo con el terruño y el medio ambiente. En la viña, el trabajo es orgánico, con laboreo manual y abonado solo algunos años, con materia orgánica a partir de estiércol de oveja. Tanto la viña como la uva se mantienen en perfectas condiciones de salud y reciben solo tratamientos imprescindibles con productos no residuales. Benjamín Romeo selecciona personalmente las maderas para las barricas, entre las de más alta gama de las diez tonelerías más prestigiosas de Francia, y los corchos para los tapones, en los alcornocales de la sierra de Espadán (Castellón).

El jinete pálido

Predicador Blanco 2022 mantiene, un año más, su reconocible etiqueta con el sombrero del personaje del Predicador, interpretado por Clint Eastwood en el clásico de 1985, El jinete pálido.