México es famoso por sus platos picantes que, aunque parezca increíble, son un buen remedio para combatir el calor. Desde Maíz Maya nos revelan la deliciosa receta de uno de los iconos de la gastronomía mexicana: el Aguachile. Su sabor picante y ácido le confiere un toque único y especial.
Comer picante en climas cálidos puede parecer una contradicción, pero la ciencia lo explica. La capsaicina de los chiles activa las terminaciones nerviosas del calor en la boca, enviando señales falsas al cerebro de un aumento de temperatura. El cuerpo responde sudando para «refrescarse», generando una sensación agradable en climas calurosos.
México se distingue por la elaboración de platos picantes y uno de los iconos de su gastronomía es el Aguachile, un plato típico de la costa Oeste mexicana, que se consume, sobre todo, en los estados situados en el norte, como Sinaloa, Sonora, Baja California, Jalisco o Nayarit.
Se trata de un plato fresco y veraniego que es un festín para los sentidos, donde los langostinos, protagonistas indiscutibles, se bañan en una explosión de sabores: limón, cilantro, cebolla y el toque picante del chile. Un baile gastronómico vibrante que nos transporta directamente a las costas del Pacífico mexicano.
Maíz Maya nos revela la receta para hacer Aguachile en casa o donde quieras. Lo mejor de esta receta es su versatilidad. Se puede ajustar el nivel de picante a cada gusto, añadir otros ingredientes para crear versiones propias y únicas o incluso disfrutar de los langostinos solos, dejando que su sabor natural nos cautive.
Primero, deben cortarse los langostinos a lo largo, asegurándose de que no se separen completamente en dos partes. Se colocan ya lavados en un recipiente.
A continuación, en un vaso de licuadora o de batidora de mano, se mezcla el zumo de limón, el cilantro y el chile. Se salpimienta la mezcla al gusto.
Luego, se cortan los pepinos a lo largo, se les quita el centro con una cuchara y se cortan en medias lunas. También se corta la cebolla en juliana.
Se añade la salsa preparada al recipiente con los langostinos y se agrega la cebolla en juliana y el pepino. Se corta el chile restante en rodajas y se reserva.
Finalmente, se retiran los langostinos de la nevera y se emplata, decorándolo con aguacate y rodajas de chile.
El aguachile se puede disfrutar solo, con totopos o en tostadas de calidad como las de Maíz Maya.
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