El Panettone vuelve a ser uno de los productos más destacados en la Navidad de La Duquesita. Elaborado por Oriol Balaguer y reconocido como Mejor Panettone Artesano de España, para estas fechas está disponible en tres versiones –con los sabores clásicos de Gianduia con Castaña, Fruta y Chocolate– y presentado en su estuche, una Caja de línea clásica en la que destaca la guirnalda presente en la fachada de la centenaria tienda.
Oriol Balaguer elabora el dulce a partir de masa madre, siguiendo técnicas artesanales que otorgan al Panettone una textura, sabor, aroma, aspecto, corte y alveolado únicos. El Panettone puede adquirirse en dos tamaños –½ Kilo y 1 Kilo– y ya está disponible en La Duquesita, Fernando VI, 2-. Panettone ½ Kilo: 27,50 € | 1 Kilo: 51 €
Abetos de Cookies de Chocolate
La Duquesita incorpora a la Colección una escultura de Abeto, elaborados a partir de Cookies, con selección de frutos secos y bañados en Chocolate 70% Gran Cru. Y, para finalizar la propuesta, Oriol Balaguer sitúa en la copa del Árbol Perlas crujientes. Precio: 59€
Turrones con gominolas, nubes y galletas
Oriol Balaguer propone su Turrón de autor, tradicional dulce navideño, con frutos secos y frutas confitadas. La Colección incluye el Turrón de Músico –a base de Chocolate 70% Cacao Grand Cru, frutas secas y lios– y Turrón Kids para los más pequeños, con Chocolate con Leche con Pistacho, Chocolate Rubi y una selección de gominolas, nubes y galletas. Precio: 19€
Polvorones tradicionales
Para esta Navidad, el escaparate de La Duquesita presenta los Polvorones en su versión clásica. Elaborados a partir de Almendra molida, Canela, azúcar, harina y manteca y presentados en papel de seda con la emblemática corona de La Duquesita en tonalidad burdeos. Precio: 34€/Kilo
Oriol Balaguer, al frente de La Duquesita
Oriol Balaguer, al frente de La Duquesita, elabora a diario en su obrador de la calle Fernando VI de Madrid su línea de producto más tradicional. Se trata de postres artesanos donde se aprecia la filosofía de Balaguer.
La Duquesita, abierta por primera vez en 1914, cerró en junio de 2015 tras más de cien años de historia pastelera en Madrid. Oriol Balaguer reabre la tienda que evoluciona respetando sus valores referenciales como los mostradores, vitrinas y espejos originales que fueron rehabilitados antes de su reapertura y también su gran lámpara central e incorpora nuevos elementos de perfil clásico: un suelo blanco con motivos geométricos negros, una barra y mesas en mármol negro, y ligeros elementos en latón pulido, en línea con los existentes.
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