El cocinero catalán afincado en Madrid, dentro del Hotel Único, dos estrellas Michelin y 3 Soles Repsol, sopla las velas de su 15º aniversario incorporando recetas de sus amigos más queridos y admirados a un excepcional menú cambiante que repasará, además, algunas de sus creaciones históricas y otras incluidas en su último libro ‘Cocinar Felicidad’.

“Aprovecho la tradición y la experimentación para crear nuevas recetas que sorprendan y, sobre todo, agraden a las personas: la cocina es una cuestión de gusto, de sabor, una forma de hacer feliz a la gente”, comenta recurrentemente Freixa, un creador entusiasta que no pierde de vista y ensalza la raíz, la familia, fuente de inspiración inagotable que elogia y reviste de vanguardia con su genio único. Esto lo ejemplifica a la perfección cuando enumera los tres ingredientes que le definen, que no son otros que el chocolate, el huevo y el tomate. Partiendo de esa sencillez, del recuerdo, Ramón ha encumbrado su estilo recibiendo una innumerable lista de reconocimientos y, por encima de todo, el apoyo y aprecio de sus rutilantes compañeros de profesión, a nivel nacional e internacional. Son muchos de ellos los que han querido sumarse a la celebración de este 15º cumpleaños.

“Me siento enormemente agradecido con tanta generosidad y con el hecho de que estos grandísimos chefs hayan aceptado ser uno de los ‘chefs invitados’. Que los clientes tengan la fortuna de poder disfrutar de uno de sus platos en el restaurante es un regalo”, cuenta él mismo. Así será. Cada mes, una elaboración de uno de estos nombres propios se incorporará al menú del restaurante, componiendo a lo largo del año un recorrido por diferentes regiones, productos y estilos, perfilando un relato de la cocina de Ramón a través de la visión de amigos con quienes, de un modo u otro, comparte rasgos de su propia filosofía o vivencias y puntos de unión.

Un plantel de estrellas para una fiesta gastronómica en Madrid

Las celebraciones del 15º aniversario de Ramón Freixa Madrid arrancan ya en el mes de marzo con la trufa como protagonista y Joan Roca (El Celler de Can Roca) interpretándola en una elaboración tan emblemática como la comtessa de espárragos blancos con trufa. A esta se une, entre otros, un plato de Ramón Freixa de 2019, los piñones cocinados como una legumbre, huevo campero con corazón de sobrasada y “espardenyes”, así como la seta que quería ser coral, presente en el libro ‘Cocinar Felicidad’.

Les seguirán los delicados guisantes del Maresme, ya con vistas a la primavera, en receta familiar de Carme Ruscalleda y Raül Balam (Moments); o las ostras subacuáticas revisitadas por Elena Arzak. A  continuación, Fina Puigdevall y Martina Puigvert (Les Cols) con la almendra, Toño Pérez (Atrio) con el cerdo ibérico, Javier Olleros (Culler de Pau) y Ricard Camarena con el producto vegetal igual que Andoni Luis Aduriz (Mugaritz), quien también festeja los 15 años de una de sus ideas estrella: hebras de buey de mar y tupinambos asados.

El sabroso desfile de grandes de la gastronomía concluirá con la caza de Javier Sanz y Juan Sahuquillo (Oba, Cebo), con la trufa blanca que traerá Albert Adriá (Enigma) y con el colofón más especial, la aportación de Josep María Freixa a finales de año, el padre de Ramón, en forma de suculenta liebre a la royal.

Cocina de la emoción

Cocina con alma, emocionante, artística… Ha sido siempre el objetivo y el hilo conductor de Ramón desde los inicios familiares hasta que voló totalmente en solitario en la capital, en 2009. No en vano, siempre relata con su gracia habitual que quiso ser estrella de rock, aunque la voz no le acompañó. Cocina divertida, como él, porque sentarse en las mesas de su restaurante, que huye de frialdad y minimalismo, siempre es una fiesta, una fiesta que se volverá irrepetible en este señalado 2024.

Él mismo rescatará de su memoria los platos que le han definido en todos estos años, también algunos de los casi 60 que ha plasmado en su más reciente lanzamiento, el libro ‘Cocinar Felicidad’ (Editorial Montagud), un éxito más a sumar en su carrera. Con todo, será sin duda un año a saborear y recordar, en lo gastronómico y en lo sentimental, en la escena culinaria española gracias a uno de sus indiscutibles protagonistas.