La Indicación Geográfica Protegida puso en marca a finales del 2019 su nuevo Protocolo de Bienestar Animal, que comenzó a aplicar en sus ganaderías e industrias inscritas el año pasado hasta llegar a la comercialización de la carne de Ternera Gallega con la mención “Bienestar Animal Certificado”. Aunque el Reglamento de la IGP ya recogía unas condiciones mínimas sobre esta materia según la legislación vigente y la tradición cárnica gallega, este nuevo Protocolo, que sigue las directrices del Farm Animal Welfare Council, da un paso más y define unos requisitos de bienestar animal más amplios y específicos para los terneros registrados. Detalla, también, su sistema de control y certificación.
Más de 50 requisitos a valorar
Los inspectores del Consejo Regulador auditan el 100 % de las ganaderías e industrias inscritas en la IGP. En total, verifican más de medio centenar de requisitos que se engloban en los siguientes capítulos:
– Alimentación y bebida: los terneros deben disponer de alimentos de calidad y en cantidad suficiente según su edad y no presentar signos de desnutrición. Lo mismo ocurre con los bebederos, que tiene que contar con agua abundante y limpia.
– Condiciones ambientales y de las instalaciones: se vigila la humedad, la temperatura y la ventilación. También el estado de las cuadras y de las mangas de manejo, su limpieza, iluminación y densidad, además de la ausencia de elementos constructivos que puedan dañar a los animales, que deberán poder moverse libremente.
– Situación higiénico-sanitaria: los terneros estarán limpios y serán tratados enseguida en caso de enfermedades o lesiones.
– Manejo de los animales: se comprueba la ausencia de lesiones, heridas o síntomas que puedan indicar deficiencia en el manejo. También se verifica la competencia del personal, la supervisión que realiza de los terneros y que el libro de tratamientos u otra documentación esté al día. En las industrias inscritas, se evalúa el estado de los animales, las instalaciones y el manejo, además de la labor de sus trabajadores.
– Comportamiento: los animales deben estar tranquilos, valorando las interacciones entre ellos y con sus cuidadores.
En caso de que alguno de estos requisitos no se cumpla, los afectados contarán con un tiempo para corregir las incidencias detectadas. De no hacerlo, perderán la certificación de Bienestar Animal de la IGP.
Nuevo logotipo Bienestar Animal Ternera Gallega
Bajo el aval del Consejo Regulador, el cumplimento de los parámetros de bienestar que establece el Protocolo de Ternera Gallega permite su mención en el etiquetado de la carne. Como ya sabemos, la manera de asegurarnos de que compramos un alimento con sello IGP o DOP es fijarnos en sus etiquetas. Ahora la carne de Ternera Gallega también recoge en ellas el logotipo “Bienestar Animal Certificado”, para dar garantías y claridad sobre el sistema de producción de la Indicación Geográfica Protegida.
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