Vivanco Brunes se elabora a partir de una selección de dos parcelas de viñedo propio y cultivo ecológico, Orizabal (variedad Tempranillo) y La Isla (variedad Maturana Tinta), caracterizadas por una personalidad única gracias a la diversidad de suelos y la influencia del clima atlántico. Además, en el proceso de elaboración no hay traza alguna de origen animal (por el proceso de clarificado), lo que convierte a Vivanco Brunes en un vino vegano.
El nombre de Brunes alude a la antigua denominación de Briones durante el medievo, término que consta en documentos del siglo VIII y que testimonia cómo las gentes del pueblo llano denominaban a la localidad. Las leyendas sobre brujas y demonios se recuerdan en la etiqueta gracias a un llamativo sacacorchos (y pisapapeles) en forma de diablo rojo, diseñado por el americano Gerald Youhanaie. Una pieza que se expone en la Sala 5 del Museo Vivanco de la Cultura del Vino, dentro de las 3.500 piezas que conforman una de las mayores colecciones de sacacorchos del mundo expuestas al público.
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