Los espumosos son un tipo de bebida que armoniza muy bien con toda clase de platos (dulces o salados). Son vinos que sugieren un consumo fino y delicado por sus características organolépticas y eso las marcas lo saben; por ello se esmeran en su presentación; para que el consumidor se pueda deleitar. Hay toda una ceremonia en torno a su degustación que comienza con lo visual (su packaging), continúa con lo sonoro (el descorche) y culmina con lo olfativo y gustativo (la degustación). En la imagen, Argila Rosé.
Por Roberto Quiñones
Es este un producto asociado a la fiesta y el lujo refinado por lo que los diseños deben sublimar lo atractivo, lo sofisticado, lo seductor y lo delicado. El packaging de los espumosos debe ser sugerente y comunicar con acierto ese universo de alto standing y clase para que sea creíble y verdadero.
Hablamos de un sector donde cuidar la imagen es la única opción por lo que es fácil encontrar sofisticación y elegancia por doquier en los diseños de las botellas y de las etiquetas.
Les doy la bienvenida a un mundo de lujo y glamour donde el diseño sí cuenta y mucho.
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