Por Roberto Quiñones
Uno de mis primeros trabajos (allá por el Pleistoceno) fue crear la marca “La Heladería de Telepizza” y sus diferentes envases. Recuerdo con emoción las enormes posibilidades de diseño que se me presentaban con el lienzo en blanco que suponía decorar las tarrinas. Fueron jornadas de intenso trabajo con la ayuda de la empresa de fabricación de envases Polarcup hasta llegar al set que en aquel momento nos pareció más adecuado para el mercado.
Debido a las amplias gamas de sabores y dosis, las posibilidades a la hora de diseñar son inmensas: Amplias gamas de colores y gráficas para representar los sabores. Como en otros mercados que ya hemos visto, en España predomina un estilo clásico, conservador y poco “exprimido” que se está perdiendo la oportunidad de comunicar con un producto excepcionalmente idóneo para “jugar” con el diseño.
Cuando un helado tiene buena calidad y un packaging atractivo se produce un “match” que lo convertirá automáticamente en propuesta ganadora. Algunos ejemplos:
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