Espacio Epicúreo

Tres propuestas enfocadas a dar rienda suelta a la imaginación, el deleite, la creatividad y las cosas bien hechas. Productos gourmet, ideas innovadoras, curiosidades gastronómicas y novedades, entre otros, tienen cabida en este espacio dedicado por entero al disfrute. En la imagen, el pack Doble M Edición Limitada de Ibéricos Montellano. 

1. Katz, los sándwiches de pastrami más famosos de la capital

En este restaurante con influencias norteamericanas e israelíes triunfan las carnes ahumadas. Estas carnes las elaboran de forma artesanal con recetas y técnicas propias y tradicionales de Israel. La base es el producto de cercanía y de producción ecológica. Imprescindible es su pastrami. Se sirve tanto en tabla degustación como en formato sándwich. Exquisitos también el hummus y la crema de berenjenas ahumada. El nombre Katz es un homenaje al templo neoyorquino del pastrami –el que le ha catapultado a la fama–. Cuenta con obrador propio de pan apto para celiacos. En él elaboran panes de masa madre y cocidos en horno de leña con harinas ecológicas, así como bollería y pastelería. Todo ello para consumir en el local o llevar a casa. Para comenzar el día, lo mejor es un café de autor con un croissant francés o un Rogalaj -rollo de masa brioche y chocolate típico de la gastronomía israelí-, un Cinnamon roll o Borekas -empanadillas de masa muy fina típicas de Oriente Medio-. Los fines de semana disponen de brunch. La decoración recuerda a los locales de antaño. La finalidad es transportar a los comensales a otro tiempo y lugar, a través de los sabores y aromas que conforman las principales cocinas de la vida del propietario, David Katz. Estas son la judía mediterránea y centroeuropea, la cocina de la costa este de Estados Unidos y la francesa tradicional, añadiendo especias exóticas de Oriente.

https://katzmadrid.com/

2. Hotaru, sushi contemporáneo en una excelente barra japonesa

El alma de este local íntimo y acogedor es su barra tradicional de sushi. Es, además, la mejor ubicación para disfrutar del concepto gastronómico “sushi contemporáneo” que ha creado el chef Alejandro Pérez y que hace referencia a una interpretación más libre de la cocina japonesa. Tras el éxito cosechado en México, aterriza en Madrid con pescados locales adaptados a la cocina japonesa de base tradicional. Hotaru -luciérnaga en japonés- nos indica que es una cocina que emana luz, abierta y divertida. Los martes por la noche se puede disfrutar de un ronqueo en directo. Se realiza de manera completamente manual y a los comensales se explica cada paso. En su carta triunfa el sushi elaborado en la barra: sashimis, nigiris, makis y temakis.  Los platos calientes y bowls se preparan en cocina. Disponen también de un menú omakase. De los entrantes destacan los langostinos roca en tempura de mayonesa picante o el tartar de atún. Cuentan con platos en los que la robata es la protagonista como el sobresaliente King Crab robata. No te pierdas el sashimi de atún de ronqueo, un viaje por las cuatro partes del atún. El local cuenta con dos plantas. En la superior se ubican la barra japonesa, el salón y la zona de coctelería. Y, en la inferior, el reservado.

https://hotarumadrid.com/

3. Ibéricos Montellano, la unión de la tradición y la calidad a las buenas causas

Ibéricos Montellano se fundó en 1989, y cuentan con la experiencia heredada de cuatro generaciones dedicadas a la elaboración de productos de cerdo ibérico de forma tradicional y artesana durante más de un siglo. La tecnología en las instalaciones marca el camino en la actualidad y asegura la calidad de la materia prima. Además de sus clásicos productos que se pueden adquirir en la tienda online, han sacado a la venta un pack Doble M Edición Limitada. Tiene como fin recaudar fondos para la enfermedad de ELA. Este pack de loncheados destina parte de los beneficios de la venta a ayudar a la asociación ELACyL (Esclerosis Lateral Amiotrófica de Castilla y León). Para la elaboración de este excelso jamón de bellota 75% raza ibérica Reserva Especial de la añada 2018 han seleccionado los mejores cerdos y mantienen “rigurosos controles de calidad tanto en el campo como en fábrica”. La fábrica está en la salmantina localidad de Mozárbez. Ahí curan los jamones siguiendo con la tradición de abrir y cerrar las ventanas a diario para que se curen poco a poco. En 2018 recibieron el premio Tenedor de Oro en Londres al Mejor Jamón Ibérico de Bellota y en 2021 obtuvieron la máxima calificación en Superior Taste Award ITQI de Bruselas.

http://www.ibericosmontellano.com/es/tienda