Una materia prima servida cada día desde Galicia por pequeños productores, que tratan el género a la manera tradicional, seleccionando con esmero y cariño las mejores piezas. Recién iniciada la temporada de las ostras y la de otros mariscos como el centollo, el buey de mar o la nécora, que también se ofrecen en La del Pulpo, el nuevo puesto es la mejor embajada de la Galicia marisquera en Madrid, donde las ostras salvajes de Arcade son las grandes estrellas.
El nombre de Arcade, pequeña parroquia del municipio de Sotomayor, en Pontevedra, está ligado a las ostras desde la época de los romanos. En su ría y a lo largo de dos o tres años, crecen estos moluscos exclusivos que se caracterizan por un sabor especial, inconfundible y único que deleita los paladares más exigentes.
El puesto ofrece las dos variedades de ostras gallegas, la rizada y la plana, que se diferencian por sus toques de salinidad, “son más salinas y tienen un sabor más nacarado y con un retrogusto endulzado. Frente a las ostras francesas, las de Arcade son más carnosas, poseen un caparazón mayor y también un sabor a mar más potente. Se puede degustar por 8 euros la media docena y completar la experiencia con las otras variedades del mejor marisco fresco gallego que ofrece esta Navidad La del Pulpo, un puesto “rompedor” gestionado por Raúl Vicente, cocinero y asesor gastronómico, que se estrena como operador con La del Pulpo.
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